Muere el exalcalde de Pontons, Lluís Caldentey, histórico del PP en Catalunya

Lluís Caldentey, el único alcalde histórico del Partido Popular en Catalunya, ha fallecido a los 83 años. Caldentey dirigió el municipio de Pontons entre 1999 y 2018, siendo el único bastión territorial del PP en una comunidad dominada por CiU, Junts, PSC y ERC. Su muerte ha sido confirmada por el Ayuntamiento de Pontons, que ha destacado su "trayectoria y dedicación" al desarrollo del municipio. El funeral se celebrará este sábado al mediodía.

Un alcalde centrado en el pueblo

Su sucesor y discípulo, el actual alcalde Josep Tutusaus (PP), ha recordado a Caldentey como una "buena persona, culta y sencilla, cuya vida era su pueblo y era querido por todos". Según Tutusaus, la influencia del exalcalde fue tal que Pontons sigue siendo un feudo popular en las municipales, aunque el PP no gane en otras elecciones. "Nunca hablaba de política, solo del pueblo", ha explicado.

Nacido en 1941, Caldentey desarrolló su carrera profesional como ingeniero en empresas como Braun y Condiesel. Su implicación en la vida de Pontons le llevó a participar en comisiones de fiestas antes de convertirse en alcalde, cargo que desempeñó durante casi dos décadas. Nunca ocupó un puesto destacado en el PP catalán y solo figuró en la junta directiva por imperativo estatutario.

Un político de proximidad y sin ego

Durante su mandato, Caldentey impulsó diversas infraestructuras en Pontons, como la variante y la carretera de Torroella. Su estilo de gestión se basaba en el contacto directo con los vecinos, atendiendo sus preocupaciones con libreta y bolígrafo en mano. Se implicaba personalmente en los proyectos de obra, supervisándolos al detalle. "No tenía ego, solo escuchaba a la gente", ha señalado Tutusaus.

Las polémicas de Caldentey

A pesar de su enfoque municipalista, Caldentey protagonizó declaraciones controvertidas que trascendieron el ámbito local. Sus comentarios sobre la comunidad LGTBI generaron una fuerte polémica al afirmar que los homosexuales eran "personas taradas" con una "deformación psíquica o física" y que la bandera arcoíris era "tan ilegal como la estelada".

Además, tras la marcha de Carles Puigdemont a Bruselas en 2017, Caldentey comparó al expresidente catalán con "una rata que abandona el barco cuando hace aguas". Estas declaraciones provocaron críticas de distintos sectores políticos y sociales.

Con su fallecimiento, Pontons despide a una de sus figuras más influyentes, cuyo legado político ha marcado el devenir del municipio y ha asegurado la continuidad de su línea de gestión en manos de su sucesor.