El presidente del Parlament de Catalunya, de peregrinación a Bruselas
Lo volveremos hacer. Esta frase que tantas veces han escuchado los ciudadanos de Catalunya y del resto de España y que ha sido pronunciada por los políticos implicados en el procés, vuelve de nuevo a ser protagonista. Cuando los políticos que fueron juzgados, condenados y amnistiados salieron de prisión, repitieron “lo volveremos hacer”. Era su manera de justificar que habían sido indultados. Tenían que justificarse. Lo volveremos hacer, frase que dijo Josep Rull cuando fue recibido en Terrassa, su ciudad, tras salir en libertad. Era normal tras los tres años que habían pasado en prisión, en Madrid y en Catalunya, donde su estancia había sido “más llevadera”.
Los tiempos cambian, las situaciones para algunos se revierten y Josep Rull, por obra y gracia de ERC la CUP y su partido Junts, se convierte en el primer preso que fue condenado por el referéndum del 1-0 — después indultado- en ser presidente del Parlament de Catalunya, en una operación imprevisible para el partido que había ganado las elecciones, el PSC. Eso significó una alegría para Rull y el comienzo de volver a las andadas. En su toma de posición, con la florecita amarilla en la solapa. ¿No es el presidente de todos los catalanes?, pues con la insignia es suficiente, si de verdad quiere representar a toda la ciudadanía.
Como agradecimiento a su jefe, Carles Puigdemont, su primer viaje fuera de Catalunya ha sido la peregrinación a Bruselas para rendir cuentas y mostrar su apoyo a los huidos; lo volvieron hacer. Con su rosita amarilla - por cierto, su jefe no la llevaba-, su sonrisa de satisfacción, fotos para la posteridad y para reafirmar que sigue haciendo lo mismo. El viaje “oficial”, ¿quién lo ha pagado? Deberían explicarlo, por eso de la transparencia que tanto hablan. No es lo mismo que lo pague él de su bolsillo, a que se pague con el dinero de todos los ciudadanos, incluidos el de los que no los representan.
Pienso, que el presidente del Parlament , Josep Rull - ¿el breve?- no puede actuar como si fuera un dirigente de un partido político. Ni es ético ni se gana así el respeto de la gente. Mal empieza Rull., que está encantado de conocerse. En estos momentos tienen la sartén por el mango, marca las jugadas que le dice Puigdemont, y con la situación de que de momento no hay un candidato claro, por eso de cuadrar votos, alarga las negociaciones de los dos políticos que aspiran a ocupar el Palau de la Generalitat. Unos meses en los que tienen que conseguir los votos suficientes para uno de los dos candidatos. Mientras ERC y Junts van chuleando al Salvador Illa que está pillado por varios flancos. ¿Llegarán a un acuerdo? Creo que no. Las peticiones de unos y de otros lo hacen inviable. Aunque nunca se puede decir que no, y hasta el último minuto todo puede ser posible.
Josep Rull, el presidente del Parlament de Catalunya elegido por Puigdemont e investido por ERC y la CUP, ha tenido un mal comienzo en sus primeros días en el cargo y como dice un refrán “quien mal empieza, mal acaba”. Lo volveremos hacer, la frase y las acciones que llevarán al PSOE a pasar a la oposición, por obra y gracia de Junts y ERC.
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