Abascal se hace el harakiri y salva a Feijóo
La tensión entre los dos partidos se producía esta semana. Abascal declaraba que estaba dispuesto a romper el pacto con el PP si aceptaba recoger a menores en las comunidades en las que el PP gobierna con VOX o que estos le dan soporte.
Los avisos de agua que se veían en el horizonte han dado paso a una gran tormenta, con granizo incluido, cuyas consecuencias se irán viendo poco a poco. En un abrir y cerrar de ojos se ha producido la gran voladura de puentes en la derecha y la ultraderecha, es decir entre el PP y VOX. La causa, en un principio, una excusa de algo que no estaba en el pacto entre PP y VOX que suscribieron en su día: la acogida en las comunidades autónomas de los menores extranjeros, a los que el PP si está de acuerdo aceptarlos en las comunidades gobernadas por los populares y la oposición frontal de la ultraderecha de Abascal, su jefe máximo. Decía la escritora María Oruña que “tener una excusa no es lo mismo que tener justificación”.
La tensión entre los dos partidos se producía esta semana. Abascal declaraba que estaba dispuesto a romper el pacto con el PP si aceptaba recoger a menores en las comunidades en las que el PP gobierna con VOX o que estos le dan soporte. Los populares se lo tomaban como una amenaza. La verdad es que Feijóo, hasta ahora ha tenido que tragarse muchos sapos de los ultras, incluso, en algunos temas, para no desentonar se había escorado hacia territorio poco centrista, o moderado. Con esa amenaza, le respondieron distintas voces populares, entre ellas las de su líder, en las que decía que no aceptaba amenazas, que no le daba miedo la ruptura. Otros hablaban de una excusa para romper.
Este viernes, el líder popular, Alberto Núñez Feijóo comparecía ante los medios de comunicación, con preguntas de los periodistas incluidas, afirmaba “A mí no me va a imponer chantajes nadie”. Para el líder popular “la política migratoria no consiste en lavarse las manos, como hace el PSOE, ni cerrar los ojos como hace Vox. “El problema de Vox parece ser el PP y yo mismo. El PP va a seguir haciendo oposición al 'sanchismo'", ha señalado. Según Feijóo “Nuestro partido tienen palabra, tiene principios, tiene experiencia de gobierno y tiene madurez política”. Sus palabras iban dirigidas directamente a Abascal, que desde hace tiempo no puede ni ver a Feijóo, se le ha atragantado.
Lo que es evidente que, Abascal, le ha visto las orejas al lobo con la presencia en la política de un personaje populista de la misma ideología que él, Alvise Pérez, con su formación “Se acabo la Fiesta”, que se presentaron en las elecciones europeas y consiguieron 800.000 votos, muchos de los cuales provenían de sus votantes. Algo que le preocupa y que intenta arreglar. ¿De qué manera?, hay que recordar que esas elecciones europeas sus “compañeros” ideológicos habían conseguido unos magníficos resultados, explotando el malestar social generado por la inmigración que siempre, por desgracia es un tema, recurrente, tiene sus seguidores. En esta materia, Abascal ha encontrado su filón para hacer bandera. Está dispuesto a explotar al máximo para encontrar su espacio. Lo triste del tema es que ellos que se consideran católicos practicantes, eso de la caridad cristiana que deberían practicar solo la aplican para ellos mismos.
Abascal, muy autoritario ha impuesto su criterio a la hora de romper el pacto con el PP. Lo que significa que más de 500 personas se van a ir a la calle, mientras su líder y sus amigos seguirán teniendo un sueldo, no miserable. Se habla ya de la marcha de cargos y empleados de VOX, ¿al PP?. Es más que posible. Eso de tocarles el bolsillo no le gusta a nadie. “Con la comida no se juega”, decía alguien.
Para Feijóo, la ruptura de los pactos con Vox ha sido una liberación, no estaba cómodo con los pactos. Esta ruptura le devuelve al gallego la centralidad que estaba buscando, aunque algún sector de su propio partido no le guste demasiado el centro y se escore más a la derecha. El PP siempre ha tenido distintas sensibilidades dentro de su partido, que no se lo han puesto fácil a su líder, a cualquiera que ocupara el cargo en cada momento.
Lo que si está asegurado es que, igual que lo que está sucediendo, por la izquierda, Sumar y Podemos que están en contra de casi todo de lo que hace o dice el gobierno de Pedro Sánchez, a la derecha, el espectáculo que tiene previsto realizar Abascal y sus muchachos va a estar asegurado. Menos mal que las vacaciones ya han empezado y eso del descanso, la playa, los cruceros y demás van a entretener durante una temporadita a los políticos, que por otra parte, también las necesita.
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