Los dilemas de la transición democrática en Venezuela

Artículo de opinión del biólogo y profesor investigador en Ecología Humana

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Foto: Europa Press

 

Venezuela se prepara para un evento electoral con características plebiscitarias y sin precedentes en nuestra historia política, pues no tiene las características propias de una elección democrática.

Este es un proceso que ocurre en el contexto de un régimen autoritario que manipula de forma grosera, violando las más elementales normas de transparencia, de respeto a los derechos de todos los participantes, especialmente del pueblo, y de garantía de las libertades civiles, políticas y de igualdad ante la ley.

No obstante, las encuestadoras más serias y confiables en Venezuela dan por ganador al diplomático opositor Edmundo González Urrutia, de 74 años, frente a su más cercano rival, el presidente Nicolás Maduro, en las elecciones del 28 de julio.

La líder opositora María Corina Machado (MCM) aseguró hace poco que “no hay mayor prioridad ahora mismo para Venezuela que lograr una transición democrática en el país” y aseguró que “en el peor de los casos la coalición opositora tiene un 80 % de los apoyos para las próximas elecciones del 28 de julio”.

Este panorama plantea algunos dilemas, entre los cuales están los siguientes: ¿Podrá la organización opositora garantizar los votos y hacer contraloría eficiente del proceso para prevenir las tretas y fraudes del gobierno? ¿Una vez obtenido el triunfo electoral, será posible garantizar la gobernabilidad y la paz en el ejercicio de su mandato para garantizar que la transición sea democrática y pacífica? 

Al respecto, la líder MCM ha dicho que esta transición “no es solo posible, sino deseable y ya hay tensiones dentro del propio chavismo porque hay quienes ven que es insostenible lo que representa el régimen”, y agrega que “Estamos dispuestos a llevar un proceso de negociación con garantías para todas las partes, pero no vamos a aceptar que se cierre este proceso electoral o se pretenda imponer por la fuerza un resultado, pues en estos comicios hay mucho en juego para los venezolanos”.

Por su parte, el candidato González Urrutia ha señalado la conveniencia de un acuerdo de gobernabilidad y paz para la transición y se mostró seguro de que el próximo 28 de julio, la oposición obtendrá “una abrumadora victoria y en el nuevo Gobierno cabrán todos los venezolanos, incluso para los que no piensen como nosotros”, e insistió en que “Será un Gobierno de unidad, que va más allá de las fuerzas políticas, con un mensaje donde el adversario sea visto como adversario y no como enemigo. Por eso hemos dicho siempre que aquí cabemos todos”.

Según el muy conocido Dr. Benigno Alarcón, director del Centro de Estudios Políticos y de Gobierno de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), los cálculos basados en que votarán unos 13 millones de electores de un padrón electoral de 21,4 millones, descontados los 4 millones de la diáspora que no podrán votar, señalan que unos 7 millones de electores (52%) votarán por Edmundo González mientras que el presidente Nicolás Maduro sacará entre 3 y 4 millones de votos (20%).

En cuanto al segundo dilema, Alarcón responde: “Creo que Maduro tendría la tentación de negar el resultado, pero que hay actores, inclusive institucionales, que le dirían «hasta aquí llego yo». No veo a la Fuerza Armada diciendo que Maduro ganó la elección, cuando todo el mundo va a saber que perdió. Hay que recordar que en el 2015 cuando el Gobierno perdió las parlamentarias, el ministro de la Defensa Padrino López, junto al alto mando, reconocieron los resultados”… “lo que va a pasar a partir del 29 de julio es que el gobierno debe sentarse a negociar unas condiciones que le permitan cierto nivel de seguridad antes de entregar el poder, pues quien más lo necesita es la cúpula, que son los que están en posición más comprometida y quien tiene más costos para salir del poder, y a esos son los que le interesa negociar las garantías”.

Adicionalmente y con fecha 20 de junio, la empresa Barclays, una de las firmas financieras más grandes e importantes del mundo, realizó un informe sobre Venezuela que fue distribuido entre sus clientes, asegurando que “existe una posibilidad significativa de una transición política, en medio de la coyuntura que hoy atraviesa Venezuela, con unas elecciones presidenciales sin condiciones en el horizonte, pero con el desarrollo de un poderoso movimiento nacional opositor liderado por María Corina Machado y en torno a la candidatura de Edmundo González Urrutia, surge la oportunidad de un cambio político en el país”. 
Todo indica … dice Barclays, y en ello coincide la mayoría de los analistas políticos, que “entre los escenarios posibles, Nicolás Maduro ha elegido el que apunta a una transición. Edmundo González Urrutia, quien terminó siendo el candidato opositor, se ha convertido en el innegable favorito para imponerse el 28 de julio” … “los acontecimientos hasta ahora han demostrado que el Gobierno podría estar cometiendo errores de cálculo y/o enfrentando limitaciones internas que no le han permitido interrumpir completamente el proceso y que podrían terminar forzándolos a negociar una transición”.

No obstante, el propio presidente Maduro, aunque ha reconocido la posibilidad de que la oposición resulte triunfadora en las elecciones, ha amenazado con una rebelión militar o la guerra civil, si tal cosa ocurre.
Así, el nuevo liderazgo político de la oposición, enfrenta el desafío de continuar librando su batalla por la transición democrática, la paz y la libertad, en medio de un campo minado, sin reglas claras, sin árbitros confiables, sin observación internacional, con la amenaza de guerra cuando gane y en medio de una gran incertidumbre respecto al hecho mismo de si habrá elecciones. 

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