Nuevo ciclo político y ahora si la Diada de todos los ciudadanos de Catalunya

Doce meses han trascurrido  para volver al 11 de septiembre de este 2024, Fiesta Nacional de Catalunya, “La Diada” como se le conoce popularmente. Una jornada especial la de este año: nuevo gobierno en Catalunya, cambio de ciclo, desmotivación y división del nacionalismo. Por eso, esta Diada, es como el arco Iris que sale después de una tormenta que fue el procés y todo su entorno. Lo que años atrás - unos cuantos- fue la Fiesta Nacional aun siendo una jornada “reivindicativa”, era una fiesta unitaria en las calles. Nadie se sentía excluido y el respeto a las personas, las ideas y la forma de actuar era algo que formaba parte de la normalidad: tolerancia, respecto y compartir la parte lúdica, institucional y festiva, donde las familias juntas tomaban parte en la  jornada. Por eso, esta nueva Diada, es  el arco Iris que sale después de una tormenta que fue el procés y sus consecuencias tristes.

La Fiesta Nacional, años atrás, fue símbolo de unidad. Pero todo eso se rompió dando paso a la división. Se produjo la usurpación de la Diada por parte de los que se creían propietarios, propiciaron la ruptura y la exclusión de las gentes que no compartían sus ideas. Fue entonces un antes y un después que mucha gente ha reprochado. Demasiadas personas dejaron de participar, no estaban de acuerdo con lo que estaba pasando y la sociedad catalana se dividió en dos, incluso las familias: la distancia hizo acto de presencia.

No hace falta entrar en detalle de todo lo que ha venido ocurriendo después, ya se conoce y no es bueno ahondar en el tema. Por eso las elecciones autonómicas, las dos últimas, han dado paso a que un partido no independentista. El PSC fue el partido más votado. En estas últimas, con pactos de por medio de los socialistas con  republicanos y  comunes, ha sido posible que Salvador Illa haya sido elegido presidente de la Generalitat de Catalunya.  El PSC ganó las elecciones principalmente porque la gente estaba cansada del independentismo y no quería más de lo mismo. También porque los partidos independentistas estaban y siguen estando divididos. El cambio de gobierno y de ciclo que se le supone - hay que darle los cien días de gracia- ha aportado esperanza del cambio real y que el nuevo gobierno se centre  en las necesidades reales de la gente: sanidad, educación, servicios sociales de calidad, trabajo, transporte,... Eso es lo que necesita la ciudadanía y además que sientan que el gobierno va por el mismo camino que ellos.

Este 11 de septiembre, aún con el verano presente, tiene un significado muy especial: volver a que la Diada sea una jornada de todos, festiva; que las gentes salgan a la calle; que sientan que la fiesta es de todos y que sea democrática, con libertad y respeto; que las manifestaciones en Tarragona, Barcelona, Lleida y Girona  convocadas por Ómnium Cultural, ANC y partidos independentistas transcurran con total normalidad, sin altercados ni vandalismo, sino con civismo y tolerancia, porque las reivindicaciones no tienen que generar violencia, Decía Mahatma Gandhi que “ojo por ojo y el mundo acabará ciego”. Buena Diada y a disfrutar de una jornada de la que muchos ciudadanos de Catalunya habían sido expulsados durante demasiados años. Que no se le olvide al nuevo gobierno…