Hamas, Netanyahu y el “ojo por ojo”, que matan a miles y miles de personas
Los gobiernos de Netanyahu no son precisamente un modelo democrático y de tolerancia, sino todo lo contrario
Este 7 de octubre se cumple el primer aniversario del ataque sin precedentes en el sur de Israel, por parte de los terroristas de Hamás. Ese día mataron a 1.200 personas y 250 fueron secuestradas. A fecha de hoy solo 150 rehenes continúan en manos de los terroristas, y unos cuantos murieron. La masacre perpetrada ha sido la peor en la historia de Israel, y el conflicto que se ha originado después, que aún continúa, es más, que ha ido creciendo, es la guerra más larga entre israelíes y árabes desde el fin del conflicto que fijó las fronteras del Estado de Israel en 1949, en que se han producido periodos de una cierta tranquilidad seguidos de conflictos continuos. Es un problema de muy difícil solución. Menos aún con la llegada al poder de Benjamín Netanyahu, primer ministro de Israel desde diciembre del 2022, aunque anteriormente había ocupado ese cargo durante unos cuantos años,
Los gobiernos de Netanyahu no sohan sido precisamente un modelo democrático y de tolerancia, sino todo lo contrario: autoritarismo que se ha ido acrecentando en los sucesivos gobiernos al no contar con los votos suficientes y tener que pactar con grupos ultras. El actual gobierno, llamado de emergencia y unidad tuvo que dar entrada a partidos ultraortodoxos y de extrema derecha, algunos de los cuales provienen del Sionismo Religioso, representando una corriente radical de los militantes ultranacionalistas, que se encuentran muy arraigados en las colonias de Cisjordania. Ese conglomerado explosivo ha contribuido más aún en la intransigencia del primer ministro.
El ataque de Hamás, el 7 de octubre del 2023, no fue una acción improvisada, sino que había sido minuciosamente preparada con tiempo. Un ataque que dejaría descolocado tanto al gobierno como al ejército israelí, así como a los temidos servicios secretos, el Mossad, dicen que uno de los más eficientes del mundo que al parecer no se enteró del ataque . ¿Que pretendían los terroristas de Hamas? Según el Cidob tenían un triple objetivo: desmontar el mito de la invulnerabilidad del Estado israelí; volver a poner la cuestión palestina en la agenda política; y provocar una respuesta desproporcionada que indignara a la comunidad internacional. Cosa que han conseguido gracias a Netanyahu y sus socios de gobierno.
Si Hamas quería provocar a Israel con ese “golpe” de asesinatos indiscriminados, lo había conseguido. El gobierno de Israel, con su primer ministro a la cabeza, no se lo pensaron dos veces, y en una acción desproporcionada y cruel, iniciaron la venganza contra el pueblo palestino, con una crueldad pocas veces vista en muchos años. Una venganza que recuerda el “ojo por ojo, diente por diente” de la ley del Talión que algunos creen practicable en estos tiempos. Es que eso del perdón no les sirve, pero si la venganza
Las acciones de Hamás han tenido unas gravísimas consecuencias en los ataques indiscriminados del ejército israelita en las que oficialmente han muerto cerca de 50.000 personas, no obstante las ONG afirman que la cifras pueden ser más del doble. ¿Eso es lo que quería Hamás para los palestinos? Es la estrategia de unos terroristas y la respuesta de un gobierno sin piedad, expansionista y supremacista. Una sola vida humana vale más que los actos de Hamás y la respuesta del gobierno israelita. Lo malo del asunto es que con la explicación de querer terminar con Hamás y sus compañeros en la “lucha”, Netanyahu no ha tenido bastante con Gaza, sino que también ha iniciado una guerra con el Líbano donde viven los terroristas de Hezbolá, que son financiados por Irán. Quizás por ello, o por que toca por el tema nuclear, el ejército israelita bombardeó Irán, que es uno de los países musulmanes más poderosos del mundo, e Israel se cree estar por encima de ellos.
En Gaza, Hamás está siendo ya objeto de críticas públicas por la situación a la que ha llevado al pueblo que se encuentra en unas condiciones extremas que deberían levantar conciencias. Lo preocupante de la situación es que ni EEUU, ni la Unión Europea ni otros países no han conseguido que Netanyahu decrete un alto el fuego para sentarse a negociar. Él debe creerse el enviado de Yahvè. Ante esta actitud, la preocupación es máxima si continúa enfrentándose a Gaza, el Líbano, y de paso con Yemen - por sus piratas - y la temible Irán, la más complicada por el arsenal atómico con el que cuenta.
Este triste primer aniversario de la barbarie que ha marcado un punto de inflexión en el conflicto palestino-israelí, todas las mirades siguen pendientes en las acciones que tiene preparadas el gobierno de Netanyahu, y las respuestas de los países de los que son objeto. Dice un proverbio judío que “el orgullo es la raíz de todos los males. ¿Y cómo puede hacer la persona para lograr salvarse del orgullo? La respuesta es muy simple: enfocándose en el “hacer” en lugar de enfocarse en el “ser””.
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