La FIFA, Arabia Saudita y los derechos humanos, ¿una burla?

El próximo mes de diciembre la FIFA tomará la decisión sobre la candidatura de Arabia Saudí para ser la sede del Mundial 2034

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12 de diciembre de 2023, Arabia Saudita, Yeddah Vista general de la ceremonia de apertura de la Copa Mundial de Clubes de la FIFA 2023
12 de diciembre de 2023, Arabia Saudita, Yeddah: Vista general de la ceremonia de apertura de la Copa Mundial de Clubes de la FIFA 2023

 

Dicen que el dinero lo tapa todo, lo puede todo y hasta el mundo gira en torno  a él. Ya lo decía Quevedo: “Poderoso caballero es don dinero”. Explican las personas mayores que siempre ha sido así, y seguirá siendo mientras el mundo siga siendo mundo. Ejemplos hay hasta para tapar el sol, por desgracia.

El próximo mes de diciembre la FIFA tomará la decisión sobre la candidatura de Arabia Saudí para ser la sede del Mundial 2034. Todo indica que será allí, teniendo en cuenta que no hay ninguna candidatura más. Curiosamente nadie se atreve a presentarla, por muchas y crematísticas razones que todos callan e implica la complicidad colectiva… No obstante, siempre hay personas que intentan, desde su lucha, denunciar determinadas actuaciones, aunque sea como predicar en el desierto. Nunca hay que renunciar a los sueños de intentar mejorar el mundo, pese a que algunos lo interpreten como una quimera. 

Tres prestigiosos abogados y profesores, Mark Pieth, Rodney Dixonkc y Stefan Whremberg, especializados entre otras materias en derechos humanos, presentaron a la FIFA ,hace unos meses, un informe en el que señalaban áreas en las que el Estado saudí violaba las políticas de derechos humanos. Dixon, que representa a la viuda de Jamal Khashoggim - que como recordarán fue el periodista de The Washington Post asesinado en el consulado saudí de Estambul por agentes del gobierno saudí- dijo que la FIFA no había respondido. No tendrán tiempo, digo yo.

Pieth fue presidente del comité de gobierno independiente de la FIFA que se creó tras los escándalos de corrupción en la organización después de las candidaturas de Rusia y Qatar para hacerse con la sede de la Copa del Mundo. El trabajo del comité sirvió para introducir cambios en el gobierno de la FIFA y éstas le sirvieron a Gianna Infantino, en el 2020, para proclamar “la nueva FIFA”, un organismo responsable, moderno, profesional y transparente.

Es evidente que la gente cambia de opinión con demasiada facilidad, el petrodólar es capaz de tapar casi todo. La pregunta que hay que hacer es, ¿Cómo espera cumplir con el respeto por los derechos humanos el presidente de la FIFA, Infantino, adjudicando el Mundial de Fútbol a Arabia Saudita?, Cuando es conocido que en ese país se violan los derechos con demasiada facilidad. Según los estatutos de la FIFA, la institución deportiva debe estar comprometida a respetar los derechos humanos y promover la protección de estos, cuando es de sobra conocido que, en este país rico, las condiciones laborales para los trabajadores extranjeros son penosas, de esclavos del siglo XXI. La muestra, el Mundial de Qatar.

Volviendo al interesante informe, los tres autores se centran en cuatro áreas en las que se necesitan cambios urgentes: Arabia Saudita debe liberar a todos los presos políticos. El poder judicial debe ser designado de manera independiente por un organismo ajeno al ejecutivo. Solicitan cambios en la legislación laboral, para permitir a los trabajadores migrantes que puedan abandonar sus trabajos o el país sin tener que solicitar permisos. Arabia Saudita debe mejorar los derechos de las mujeres, “penalizando la violación conyugal, garantizarles la protección contra la violencia doméstica”. No hay que olvidar que las mujeres en ese país rico no pueden hacerse una intervención médica sin el permiso de un hombre, no pueden salir del país sin el permiso de un hombre. Todas sus acciones deben estar tuteladas por un hombre: padre, hermano, marido o pariente. Sin hablar de la vestimenta.

Según la FIFA, y el país anfitrión, se está trabajando en mejorar las condiciones que se solicitan. Ahora bien, no nos engañemos, será un lavado como el que se hizo no hace tanto tiempo en Qatar con motivo del Campeonato del Mundo que se celebró allí y todos conocemos cómo fue.

 La FIFA, por mucho dinero que consiga de estos países, si no hay un cambio real, que no lo habrá, una vez más el dinero servirá para lavar la cara de países donde los derechos humanos se los lleva el petróleo o el gas…. Aún se está a tiempo de cambiar la sede o la política del país, cualquiera de las dos son válidas.

Decía Camilo José Cela que “seguimos en las mismas inútiles resignaciones… Es grave confundir la anestesia con la esperanza”. Eso es lo que puede ocurrir.

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