La casualidad si existe para Puigdemont, Álvarez y el ministro Albares
Este lunes, "dos casualidades" han aparecido como bajadas del cielo
Las casualidades no existen o, si se producen, en muchas ocasiones vienen de las manos de los interesados que quieren que esto ocurra. ¿Es un engañabobos? Para los que se lo crean, sí. En política, esta estrategia se suele utilizar: casualidad aparente es igual a intereses de personas o grupos que pretenden, como los ilusionistas, hacer creer lo que en realidad no es, vistiéndolo de providencia. Decía el escritor francés León Boy que “no existe la casualidad, porque la casualidad es la providencia de los imbéciles, y la justicia quiere que los imbéciles no tengan providencia.”
Este lunes, "dos casualidades" han aparecido como bajadas del cielo. Una, que el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, ha estado en Bruselas para participar en el Consejo con sus colegas de la UE. Antes de la reunión, se ha prodigado en declaraciones explicando que va a intensificar sus “esfuerzos” para conseguir la oficialidad del catalán, gallego y euskera. El catalán era una de las peticiones de Carles Puigdemont.
No sé si habrán coincidido el Ministro Albares en el aeropuerto con el líder de la UGT, Pepe Álvarez, que casualmente se encontraba también en la capital comunitaria, con destino a Waterloo, donde le esperaba ansioso el huido Puigdemont para hacerse la foto con el sindicalista, quien, por cierto, iba acompañado del secretario nacional de UGT Catalunya, Camil Ros. Dos sindicalistas emisarios para convencer al expresidente de las bendiciones de que su grupo, Junts, voten la jornada de 37,5 horas. Según el sindicalista/emisario plenipotenciario, la explicación le ha sonado bien a Puigdemont y puede que su grupo apoye en el Congreso la propuesta. ¿Solo han hablado de eso? ¿Nada de los presupuestos?
Hace pocos días, el presidente de la patronal catalana, Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre, se desplazaba a Perpiñán (Francia). El empresario consideró que era muy importante entrevistarse con el huido. ¿Otro emisario gubernamental? En esa reunión, el líder empresarial leentregó un documento de 465 propuestas para mejorar la competitividad empresarialm si hay paz independentista. Hablarían de la reducción de la jornada laboral, con la que Sánchez Llibre no está de acuerdo en rebajarla. ¿Y Puigdemont estaba de acuerdo? Sobre eso no se ha pronunciado. ¿Estará de acuerdo? ¿O el huido les ha dicho lo que quería escuchar a todos, por separado? Es más que probable, porque conversación tienen y necesita muchas charlas, está muy solo tras ponerle la proa a su amigo y protegido Antoni Comín
Dadas estas visitas, que no serán las únicas, lo que se pretende el ideólogo de Moncloa es doble: por un lado, que todos los que signifiquen algo en la política o la economía vayan en peregrinación a visitar al Santo y, con plegarias, pedirle que conceda sus peticiones, que tanta falta hacen a la "sociedad catalana" y hasta, si me apuran, a la española. Dos, convencerse de que Pedro Sánchez hace todo lo posible por contentar a Puigdemont en todo aquello que le sea posible, que no es tanto como él quisiera, porque “sus señorías de justicia” no se lo están poniendo fácil para aplicar la gran promesa: su amnistía y de paso al resto de los huidos que están cansados de las coles de Bruselas.
Así que, dos casualidades este lunes de desasosiego judicial para el Gobierno, sumada a la infantil reunión con el jefe de los empresarios catalanes, son demasiadas coincidencias para que alguien se lo pueda creer. ¿De verdad?
Como decía el polifacético escritor, pintor y filósofo suizo Friedrich Dürrenmatt: “Cuanto más planifique el hombre su proceder, más fácil le será a la casualidad encontrarle.”
Escribe tu comentario