Los políticos suspenden, según el CIS de Tezanos. ¿Lo entienden?

Este viernes, preludio del fin de semana, con la clase política mirando a Waterloo y esperando la comparecencia de Carles Puigdemont tras la reunión mantenida con sus personas de confianza para explicar si, como venía amenazando, rompería “relaciones” con el PSOE. Finalmente, el huido comparecía, como un mago de la política, y anunciaba que “suspende las negociaciones ‘sectoriales’ con los socialistas y pide una reunión urgente en Suiza”. El motivo del posible encuentro, que se llevará a cabo, es doble: por una parte, volver a humillar al PSOE , por otra, hacer un repaso del grado de cumplimiento de los acuerdos para pedir más.

La puntualización que hace Puigdemont de “negociaciones sectoriales” deja una interpretación. Enseña la pata, con las uñas cortadas. Como tenía que justificar que no ha roto con los socialistas, ya que quedaría mal delante de sus votantes por esa manía de no cumplir lo que promete, anunciaba que Junts no apoyará los presupuestos. Resumiendo, mucho, lo sucedido es que Puigdemont ha vuelto a mentir, basándose en que la Mesa del Congreso aplaza la resolución de la moción de confianza que había presentado Junts el pasado mes de diciembre y espera que se retome el tema. ¿De verdad se hará?

Los socialistas, lo que han hecho tras negociaciones “secretas” de las que no se tienen información, es sencillamente ganar tiempo, al menos un mes más, y después resolverán con otra jugada que sacarán de la chistera.

A Puigdemont, ya lo hemos dicho muchas veces, por mucho que amenace, personalmente no le interesa romper peras con los socialistas, a los que ha apretado de lo lindo, dejándolos exhaustos políticamente, pero tienen la llave para abrir la puerta de su vuelta a Catalunya, con su familia. Hay 1.337 kilómetros de Bruselas a Barcelona, y el clima no es que acompañe ; la soledad es mucha.

También este viernes, el CIS de Tezanos publicaba los datos del barómetro de enero, en los que el PSOE ganaría las elecciones con el 31,8% de los votos, dos puntos por encima del PP, que sube. Pero lo que interesa explicar son cuáles son las principales preocupaciones de la ciudadanía: la primera es la vivienda, por segundo mes consecutivo. Le sigue, en segundo lugar, la situación económica. El tercero, con un 22%, son los problemas políticos, que han subido cuatro puntos. A continuación se encuentran la inmigración, el paro, el mal comportamiento de los políticos, los problemas relacionados con la calidad del empleo, el Gobierno y los partidos concretos, la sanidad, la corrupción, el fraude y la sanidad.

Llama la atención la valoración que los encuestados dan a los políticos, ninguno llega al aprobado. Pedro Sánchez, con 3,93 puntos, seguido por Yolanda Díaz con 3,89 y Núñez Feijóo con 3,52. Abascal queda lejos, con un 2,9 de votos. Estos son datos del CIS, que como suele hacer, barre para casa.

Los problemas políticos, el mal comportamiento de los políticos, el Gobierno y los partidos políticos concretos, la corrupción, el fraude, son temas relacionados con la clase política que se están haciendo más evidentes en la gente en cada encuesta. La desafección política es evidente, en las encuestas, en la calle, los hogares y cualquier charla de bar. Taparse los oídos, no hacer caso a lo que opina la gente, no es la mejor manera de afrontar estos problemas, porque son los políticos, cada uno desde sus puestos, son los que dirigen el país en el presente, pero también en el futuro.

La escenificación, el sainete de Puigdemont en Bruselas, el juego de magia de los socialistas, los partidos de la oposición, especialmente el mayor grupo de la oposición, el PP, no es que ayude mucho a la estabilidad del país. La incoherencia y el cambio de opinión contínuo o hacer lo contrario de lo que prometían en campaña electoral traicionando a sus votantes, no es bueno para la salud democrática. La ética es una premisa que siempre debe estar presente en las acciones de los políticos, evidentemente también de la gente. Decía el periodista norteamericano Patrick Ness que: “Decir que no tienes otra opción es librarte a ti mismo de la responsabilidad”.