Loles León, una barcelonesa de pro, se queda sin la medalla de su ciudad

Una decisión polémica que desata indignación y moviliza a la sociedad en apoyo a la actriz

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Loles León
Loles León - CANVA PRO - EP

 

Cada día una no deja de sorprenderse con la actitud de determinados personajes de la política, que es para llevarse las manos a la cabeza: la intolerancia, el sectarismo, la falta de respeto y la discriminación que llevan a cabo determinados partidos políticos de distinto signo manifiestan la falta de criterio que tienen a la hora de vetar a personas que no coinciden con sus doctrinas. Personas que son diferentes, que se han tomado la vida por montera, que han llegado donde han llegado por su trabajo y no por ser los recomendados de tal o cual. Decía el escritor estadounidense Isaac Asimov que “el ser humano construye demasiados muros y pocos puentes”.

Este viernes, a las puertas del fin de semana que todos ansían, el pleno del Ayuntamiento de Barcelona ha rechazado otorgar a la actriz barcelonesa Loles León la Medalla de Oro de la ciudad. La propuesta había salido de compañeros de profesión y contaba con el apoyo del gobierno municipal de Jaume Collboni. Sin embargo, Junts, ERC, PP y VOX han votado en contra. Solo los votos del PSC y los Comunes han respaldado la propuesta. El enfado de Collboni era más que evidente; no entendía nada y declaraba que asistirá a cualquier acto de reconocimiento que se le haga a la actriz barcelonesa.

Los motivos esgrimidos por los partidos que han votado en contra son diferentes. Mientras los dos independentistas y defensores del purismo lingüístico, Junts y ERC, lo hacen “por su cuestionamiento de las políticas de normalización lingüística”, eso sí, sin cuestionar la profesionalidad de Loles León. Ni que ellos fueran los sabios del Tibidabo para hacerlo. La realidad es que la petición de la medalla era por su trayectoria profesional, por su arraigo a Barcelona, por la defensa de Catalunya (la no excluyente, libre y tolerante) y porque es una mujer libre que siempre ha dicho lo que le ha venido en gana en cada momento. Por cierto, habla catalán mejor que algunos de los intolerantes, que por desgracia son unos cuantos.

Mientras tanto, los representantes de PP y VOX manifestaban que su voto contrario a la concesión no era contra la actriz, sino contra el gobierno municipal, que no consensúa a los beneficiados con la concesión... Y esta afirmación la hacen precisamente cuando le toca a Loles León y no a otras personas anteriores que han sido galardonadas con las medallas. “Uno no puede ponerse al lado de los que hacen la historia, sino al servicio de quienes la padecen”, decía Albert Camus.

La cosa no ha quedado ahí. Las redes sociales se han desatado por la actitud de los partidos Junts, ERC, PP y VOX, además del lobby de opinión cívica y cultural Un del Nostres, un grupo conformado por profesionales de diversos ámbitos, que se han puesto manos a la obra para prepararle un homenaje y han calificado la decisión de los cuatro partidos como una “ignominia” y un claro menosprecio público. No olvidemos que Loles León, aunque lleva muchos años viviendo en Madrid por cuestiones profesionales, nunca ha renunciado a su Catalunya, a la que ha defendido contra viento y marea. Ha sido y sigue siendo una gran embajadora de una Catalunya diversa, plural, acogedora, tolerante y abierta. Todo lo contrario de lo que practican los salvadores de los valores del purismo. Algo que me indigna demasiado. Son los inquisidores del reparto de los buenos y malos catalanes. Decía la escritora y activista Julia Ward Howe que “siempre es legítimo elevarse por encima de uno mismo, nunca por encima de los demás”.

La calidad de la actriz Loles León es indiscutible. Su sentido de la vida es de una vitalidad que sigue vigente a sus 75 años, que está a punto de cumplir. Puede darle ejemplo a más de uno. Siempre está sonriendo porque, como dice ella, “prefiero echarle una sonrisa a la vida, porque es mejor que estar enfadada”. Loles nunca dejó de luchar ni ha bajado la cabeza, ni siquiera para recoger algo que se le haya caído. Es una mujer positiva, y eso de dejarse llevar por la tristeza no entra en su forma de vida. Dice no rendirse nunca. Decía Voltaire que “no toda la ciudadanía de un Estado puede ser igual de poderosa, pero debería ser igual de libre”.

Una vez más, los intransigentes, los policías de la intolerancia por un lado, y la derecha y la ultraderecha por motivos diferentes, han dado la nota con una actitud más que reprobable y poco creíble. Menos mal que Loles León se echa el mundo por montera y lo que digan estos intolerantes le resbala, como debe ser.

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