Elisa, Jenny, Teresa, Jessica y el 8M

El año pasado os hablé de los hombres feministas, aquellos que ayudan a que nuestros derechos sean una realidad en nuestro día a día y desde lo más cerca de nosotras y que muchas veces son invisibilizados. En esta ocasión os quiero hacer una reflexión sobre cuatro mujeres y todo lo que acontece a su alrededor en este 2025. 

Elisa lo denunció públicamente y lo ha llevado ante los Tribunales

La primera es la actriz Elisa Moouliaá, que está ligada al mediático y polémico caso Errejón que está siendo juzgado en los tribunales ahora mismo. Sobre ella se cumplen todos los tópicos, incluso que la defensa de este político especule, sin ruborizarse, sobre la salud mental de quien ha denunciado una violencia sexual muy tipificada en nuestro código penal. Se ha hablado de estrés postraumático, de salud mental, se ha puesto en duda la versión de la persona que denuncia, su estilo de vida, y el denunciado ha negado la totalidad de los hechos narrados por ella, tildándolos de absolutamente falsos, aunque en el hilo argumentativo, sin pretenderlo, validaba mucho de lo que ella ha contado, tanto en sede judicial como a los medios de comunicación. 

Y al hilo del personaje que públicamente ha admitido que ha llegado a confundir "su personaje con la persona que es", me han llegado algunas reflexiones que quiero compartir, en este nuestro día de reivindicación anual. 

En el primer imput personas muy cercanas a Errejón se mostraban sorprendidas al ser preguntadas de si era cierto o no lo denunciado y tenían claro "que si lo era", era inadmisible, y sus palabras con el tiempo cobran la importancia que tienen. 

Mi hipótesis, que es una opinión y no una afirmación, es que el personaje da la impresión de que hacía y deshacía y la persona lo escondía, ayudado por quienes, con incredulidad, no creían que pudiera darse un desdoblamiento así, tan perfecto a la vista de todo el mundo. Si además esa persona abogaba públicamente por una mejor atención a la salud mental, tienes la tormenta perfecta. Porque solemos hablar de aquello que más nos afecta en la búsqueda de una solución. 

Por lo que, más allá del consumo o no consumo de "sustancias" desdoblarse entre "persona y personaje" públicamente es un grito de ayuda, un indicador, que se acerca mucho a un posible trastorno disociativo aumentado porque quizás, y por lo que se especula en los burladeros madrileños, se bebía mucho de algo que no era agua y se fumaba algo diferente al tabaco, y todo esto se incrementaba tomando algo que no era comida por orificios distintos a la boca. Son muchas las especulaciones, pero de teorías hay para aburrirse.  

Quizás Moouliaá no era muy consciente de que aquellos momentos que le resultaron desagradables los estaba viviendo con el "personaje Errejón", aunque ella quisiera relacionarse con la persona Errejón. Pero sí tiene claro desde el primer minuto que aquello "no le gustó", ese sentimiento es un indicador de que aquello quizás no fue como él lo cuenta, pero sí como ella lo vivió. Y por este indicio quizás, y solo quizás el informe psicológico tendría que pedirlo la acusación al acusado y no la defensa a la denunciante.

Restar veracidad a la descripción de un suceso traumático para una mujer en base al argumento típico de que "está loca, no sabe lo que dice"  o es "una histérica" es de las típicas respuestas reactivas de un hombre en una relación de "luz de gas". Esta es considerada la violencia psicológica invisible. De ahí que puedan entenderse mejor las instrucciones "bondage" que Errejón le dictaba a Elisa Moouliaá en todos sus encuentros físicos y digitales. Es una contestación propia de un hombre egocéntrico, inseguro, cómodo en la mentira y sin capacidad de empatía: este es el perfil de quien hace 'gaslighting', el tipo de manipulación más frecuente en relaciones de pareja estables y esporádicas. Como consecuencia de esta acción, las víctimas de luz de gas llegan a silenciar sus propias experiencias para no sentirse juzgadas nuevamente. Algo que explicaría, mucho porque ella ha tardado tanto en denunciarlo públicamente.

Las personas a las que les hacen "luz de gas" llegan a dudar de la propia percepción y de sus recuerdos, se sienten inseguras, tienen baja autoestima, se encierran en sí mismas y tienen dudar, porque exactamente estas son las fases por las que suele atravesar una víctima de gaslighting o, su equivalente en castellano, luz de gas, según los expertos.

En la relación entre víctima y gaslighter, "se produce un proceso lento y sutil de confusión por parte de la víctima, que cuestiona cada una de sus experiencias y recuerdos y, en contra, da más valor y prioridad al criterio ajeno". La luz de gas es un sutil modo de violencia psicológica, "una agresión más intencionada y consciente que inconsciente, que atenta contra la estabilidad emocional de la víctima". La persona agredida termina por disculparse con frecuencia, se culpa por no encajar (algo que necesita) y se esfuerza por ser bien valorada. 

Pero ¿existe un perfil de gaslighter o abusador mediante esta técnica de manipulación? Este tipo de personas "se sienten cómodos con el uso del poder, son egocéntricas, tienen dificultades para empatizar y se muestran inseguros ante el enfrentamiento a la adversidad". También le resulta cómodo "mentir, negar, cuestionar, juzgar y generar malestar" en la víctima. 

Pero el concepto de luz de gas no es nuevo. De hecho, se popularizó a través de la película Luz que agoniza (Gaslight en inglés), de 1944, que a su vez se basó en una obra de teatro homónima en la que un hombre manipula la percepción de la realidad de su esposa y le hace creer que ha enloquecido. ¿Os suena algo de lo que os digo en el caso Errejón?. 

Por ello os sugiero que la máscara del personaje no os impida ver a la persona que parece haber detrás, aunque nos parezca increíble a todos. El culo, sí le gusta, que se lo toquen a él en el concierto que elija. Pero cuando a alguien le dicen que la cintura está un poco más arriba, el mensaje es claro, la mano está donde no toca y ahí, mujer, seas quién seas y estés donde estés, no te calles y si es necesario, grítalo. Gritalo alto porque tienen el oído duro.

Y a esas mujeres que han encubierto esas manos que han ido a los culos y lo sabían, y algunas cosas más, que lo han encubierto tras muchas pancartas unos cuantos 8M, decirles con mucha tristeza que qué feo ilustres, no luchamos entre todos contra los "techos de cristal" para que ocuparais tan altos cargos para que nos fallarais y nos traicionarais así, tapandolo todo, aumentando las capas de silencio al silencio. ¡Muy mal!.¡Horrible! ¡Fatal!.

Jenny y Teresa consiguieron que los condenaran por los "piquitos"

Jenny Hermoso ha conseguido una condena en aplicación del actual código penal por lo que su autor consideró "un piquito consentido". Luis Rubiales, ha sido condenado por agresión sexual a 18 meses de multa tras dimitir en un muy recordado "y no voy a dimitir, que quede claro, no voy a dimitir" que quedará en las hemerotecas. Ante todos los ojos sin excepción aquel día de marras, allí, sí ocurrió algo digno de ser llevado a un Tribunal como hizo Hermoso, que lo llevará a instancias superiores porque no está satisfecha con esta primera sentencia . 

Hay un debate en la calle que tiene que ver con que para algunas personas lo que ocurrió, "no es para tanto" y que Jenny ha ido demasiado lejos. Mientras a otros les llamó mucho la atención el estado excesivamente "eufórico" de Rubiales quien tuvo conductas como tocarse sus partes íntimas en señal de celebración en un palco que compartía con la Reina Letizia y su hija menor. 

Ante los ojos del paciente juez que instruyó el caso Rubiales, que tuvo que verselas con la "creme de la creme" de nuestro fútbol, según la sentencia  el "piquito" fue una agresión sexual y chis pum. Nada tiene que ver lo que hizo la denunciante Jenny Hermoso después de que ocurriera, ni lo que dijo. Ese acto fue un abuso y se acabó. 

Un mensaje similar al de la sentencia que Teresa Rodríguez envió a ese empresario que simuló besarla en un acto público. ¿Lo recordáis?

Ocurrió en 2016 y en el año 2020 la Sección de Apelación de la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) confirmó íntegramente la sentencia de la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Sevilla que condenó al empresario que simuló besar a la parlamentaria andaluza Teresa Rodríguez durante un acto celebrado en la Cámara de Comercio el día 20 de diciembre de 2016.

En aquella ocasión la Audiencia de Sevilla condenó al empresario, al pago de una multa de 13.800 euros y a indemnizar con 2.500 euros a la víctima por un delito de abuso sexual en concurso ideal con un delito leve de falta de respeto y consideración debida a la autoridad.

El TSJA, en este sentido, acepta los hechos probados recogidos en la sentencia de la Audiencia de Sevilla, donde se relata que, el 20 de diciembre de 2016, se celebró en la planta baja de la sede de la Cámara de Comercio de Sevilla un acto organizado por la agencia EFE al que había sido invitada la víctima en su condición de diputada del Parlamento de Andalucía por Podemos, de la que era portavoz.

Al mismo tiempo, en la planta primera del edificio se había celebrado un pleno de la Cámara de Comercio, a cuya finalización se ofrecía una copa con motivo de la proximidad de las fiestas navideñas, relata el tribunal, que añade que, una vez terminado el acto, Teresa Rodríguez fue invitada por la jefa de Protocolo de la Cámara, a instancias de su presidente, a subir a la primera planta a fin de saludarla y mostrarle las dependencias y proyectos de la Cámara.

Teresa Rodríguez accedió a subir, al menos a saludar al presidente, y así lo hizo acompañada de la jefa de Protocolo, entrando en el despacho del presidente. Unos minutos después, y cuando la denunciante salía del despacho, el acusado salió de una sala contigua “con una copa en la mano” y, “conocedor de la condición” de la afectada “y de la función representativa que cumplía, se dirigió apresuradamente hacia ella y, de forma sorpresiva e inopinada, sin mediar palabra ni saludo previo, la rodeó por la espalda con su brazo derecho, haciéndola retroceder contra un rincón, al tiempo que aproximaba su cuerpo al de ella y le ponía la otra mano sobre la boca besando a continuación su propia mano en lo que simulaba ser un beso en los labios a la parlamentaria”, hechos que tuvieron lugar en presencia de la Jefa de Protocolo, el presidente y un vocal de la Cámara de Comercio. ¿Os resulta familiar el elemento sorpresa e inapropiado de la situación con algún otro?

“Incapaz de reaccionar tras lo sucedido”, la denunciante “optó por abandonar el lugar de forma rápida, acompañada de la jefa de Protocolo, a quien transmitió de manera inmediata su malestar e indignación”, según la sentencia de la Audiencia de Sevilla, que absolvió al acusado del delito contra la integridad moral y del delito de atentado de los que fue acusado inicialmente.

A juicio del TSJA, “se trató de un acto inconsentido” por la parlamentaria andaluza “y de claro contenido sexual, en cuanto existió contacto buscado a propósito por parte del acusado, llegando a tocar con su mano la boca de la víctima”.

Además el tribunal estimó que las declaraciones en fase de instrucción de los testigos, fueron “acorde con cuanto viene manifestando la perjudicada”, y la grabación visionada de la cámara instalada en el lugar de los hechos, donde “se constata cómo los hechos suceden como los narra la propia víctima”.

En ambos casos el elemento probatorio del acto en un espacio público y con testigos ayudaron a obtener una sentencia condenatoria a los hechos vividos tanto por Jenny Hermoso como por Teresa Rodríguez y que podriamos agrupar en " los piquitos" . Y dejaron claro ambas que tanto un abuso y una agresión sexual también se pueden dar a la vista de todo el mundo.  RTVE retrasnmitiéndolo en directo o en un acto institucional formal. Puede ocurrir en cualquier lugar y momento, incluso cuando la victima y el agresor, son muy conocidos, archiconocidos.

En muchas ocasiones las cosas no ocurren entre bambalinas sinó que se da ante mucha gente que calla o hace como que no ha visto la situación y se convierten en cómplices directos del agresor, por lo que denunciarlos también públicamente es más que necesario, es muy necesario para obtener sentencias que asienten la jurisprudencia y ningun  autopercibido "graciosete" se escape de obtener su correspondiente condena, que será mayor o menor pero condenado queda judicial y públicamente. Quizás tal sentencia les haga reflexionar sobre sus inadecuadas conductas o pensarselo dos veces antes de repetir de nuevo sus lamentables hazañas. 

Jessica no se escondió y dice la verdad

Jessica Rodríguez está haciendo correr rios y rios de tinta porque está ligada al llamado caso Ábalos. El ex Ministro públicamente ha quedado para siempre como lo que es, sin medias tintas, "un putero". Alguién quién a través de un catalógo paga por practicar sexo sobre el cuerpo de una mujer como el que se pide una pizza para cenar porque tiene hambre. Así de claro y duro. Y Jessica que fue mantenida en base a mucho dinero cuyo origen investiga un juez pues ha cantado "la traviata", la "quinta sinfonía de Beethoven" y hasta el "cha, cha, chá" con todo lujo de detalles, dejando más que claro que lo suyo "eran servicios" y que el sueldo de "mileurista" incluso con las subidas del SMI no le dan ni para un "móvil indecentemente caro" según su caché, no se ha escondido de nada ni de nadie. 

Si hubiera en nuestro país una Ley que penalizara con contundencia a los puteros en todo el territorio nacional. Ahora mismo Ábalos sería algo más señalado por cliente "premium".

De Jessica  llamó la atención su disfraz con peluca incluida con el que accedió a las dependencias de los juzgados. Y si aquello a lo que se dedica en cuerpo y alma, Jessica, le pareciera "un trabajo", el más antiguo del mundo, como dicen muchos, con cotización a la seguridad social y tal y tal, me pregunto en voz alta, ¿a que vino el númerito de Carnaval?. No es trabajo, no se lleva haciendo siglos, ¿de que avergonzarse entonces? o....

La prostitución es también una forma de abuso muy ligado a la pobreza femenina, así que si hay un momento para prohibirla en nuestro país, si alguién quiere aunque solo sea por unos segundos recuperar un poco de feminismo de verdad en su gobierno es ahora o nunca. Desmarcándose con claridad de ese sucio negocio de trata de personas que mueve tantos, y tantos millones de euros en todo el mundo y no los declara a la Hacienda que somos todos. Ser el prostibulo de Europa no es un título del que podamos sentirnos orgullosas desde hace muchos, pero muchos 8M. ¿Para cuando su abolición?. Abolición de la prostitución, ¡ya!.

Y para aquellos que encargan por catalogos a personas porque tienen algunos euros más que el resto en el bolsillo, y fomentan así la pederastía, la trata de personas y cometen algunos delitos varios a placer, el siguiente mensaje sin filtos en este 8M porque me hago mayor y no estoy para tonterías para quedar bien: un día se te caerá o te la cortarán en un descuido o simplemente será mucho más sencillo una ETS te visitará y ese día, oye, cómo piensas tú desde alguna parte sobre el cuerpo de esa mujer abusada (puta) : ¡Jódete!. 

Os los encontraréis y ese día dadle una buena patada al silencio

Quizás nos encontremos un día con un Monedero al que acusan falsamente sus alumnas -según él- pero que le piden que no toque tanto como lo hizo con Soraya Saénz de Santamaria y tuvo que pedir disculpas públicas. U otro día con un tipo estilo Errejón, que te dice lo que tienes o no que hacer o pensar. O incluso con un "Pablito" al que le encantaría "azotarte hasta sangrar" como se imaginó haciéndole a Mariló Montero y tuvo que pedir perdón tambien. O un Rubiales que se emociona y te quiere dar un "piquito" porque pasabas por allí y era tu jefe. E incluso algún tipo de Ábalos que crea que tu cuerpo está en venta y te pregunte en plena Puerta del Sol que "a cuanto la chupadita" porque eres su tipo a plena luz del día....

Es igual, tú grita, tú cuéntalo, denúncialo, y si te pones muy nerviosa acude al socorrido "tortazo impulsivo" ese que te sobreviene cuando te tocan el culo porque sí. Luego ya si eso nos explicamos, pero de momento "tortazo que te di, tortazo con el que te quedas" o ¿siempre será recibir  y callar de esas manadas de hombres para las que somos un trocito de carne?. No sé, para que de pronto consigamos, entre todas, que les duela un "poquito" tocar, besar, manosear, comprar e incluso soñar con azotarnos sin nuestro consentimiento.

Nos vemos en alguna mani, por ellas, por nosotras y por las que vendrán. ¡Feliz 8M a todas, estéis donde estéis!. Y por favor, dadle una patada bien lejos al silencio, como Elisa, Jenny, Teresa e incluso Jessica.