¿Zeitenwende para la Alemania de hoy?
Artículo de Jaime Ensignia, doctor en Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad Libre de Berlín
Hay cambio de época (Zeitenwende) para la Alemania actual. El concepto de cambio de época había sido utilizado por el Canciller Olaf Scholz con motivo de la invasión de Rusia en Ucrania hace 3 años atrás. Lo que de ahí en adelante se pronosticaba más bien era un punto de inflexión en el escenario internacional de las grandes potencias, de la Unión Europea (UE) y, de Alemania.
Alemania en la actualidad, luego de las elecciones generales anticipadas del 23 de febrero pasado -las cuales deberían haberse realizado en septiembre del año en curso- determinaron un precedente diferente de anteriores elecciones en la política de esta nación. Éstas, se realizaban en un contexto internacional marcado por una incertidumbre global, agudizada primordialmente por una política exterior extremadamente agresiva en lo geopolítico y en las medidas arancelarias hacia productos de importación de toda índole asumidas unilateralmente por parte de la segunda administración del presidente Trump.
También, había un escenario interno que determinaron estas elecciones. El gobierno del Canciller Scholz había quedado en minoría en el parlamento alemán por la salida del Partido Demócrata Libre, los Liberales (FPD) en noviembre de 2024. La coalición quedaba tan solo con dos partidos, el socialdemócrata y el partido de los Verdes. Scholz, llamó a un voto de confianza en el parlamento para poder finalizar su período de gobierno, pero, no logró la mayoría y perdió esta moción de confianza. La situación económica empeoraba más aún para los ciudadanos alemanes, costos de energía se elevaban, la de los alimentos, y otros enceres, así como también el deterioro de la infraestructura vial, de puentes y en el sistema ferroviario. El apoyo económico a Ucrania ha sido elevado para las finanzas germanas.
La economía por segundo año entraba en recesión, los salarios se estancaban, la principal industria de exportación alemana, la automotriz, sufría un colapso en sus ventas pronosticándose el cierre de plantas con el concebido despido masivo de trabajadores y trabajadoras. El modelo económico alemán –en otrora, muy exitoso- entraba en un callejón sin salida. El freno a la deuda, cuestión instalada como factor constitucional, no le permitió al gobierno de Scholz contar con presupuestos fiscales adicionales. En el plano político interno, se observaba con inquietud el arrollador avance de la ultraderecha alemana (AfD), particularmente en los estados federados de la denominada Alemania del Este, ex República Democrática Alemana (DDR).
Los resultados electorales, en sí, no trajeron grandes novedades. Coincidieron en gran medida con pronósticos de sondeos y encuestas de intención de voto que se realizaron a la previa de estos comicios.
La Democracia Cristiana y los Socialcristianos (CDU/CSU) con Friedrich Merz, su líder máximo y futuro Canciller son el partido más votado con el 28,52 de los votos. Esta coalición esperaba tener un mejor resultado, por sobre el 32%. Este resultado fue uno de los peores desde la reunificación alemana.
Alternativa para Alemania (AfD), partido de la ultraderecha con tintes pos nazi, logra un resultado sorprendente para algunos, pero previstos por los sondeos de opinión. Con Alice Weidel supera el 20,8%, doblando su votación del 2021. También la AfD esperaba una mayor votación debido al apoyo financiero y político de Elon Musk y la administración de Trum.
El Partido Socialdemócrata, sufre una dramática caída de más de 9 puntos. Con Olaf Scholz, el actual Canciller alcanza el 16,41%. Es el resultado más deplorable en la historia del SPD.
Los Verdes, aún en el gobierno bajan 3 puntos, logrando el 11, 6% de los sufragios.
El Partido de la Izquierda, Die Linke, es la sorpresa de estas elecciones. Previo al escrutinio, las encuestas lo situaban, bajo el 5%. Con el lema “Más territorio, menos escritorio” y una campaña de defensa de los derechos sociales logra el 8,77% de los votos.
Dos partidos no logran sobrepasar el 5% para tener representación parlamentaria. El Partido Liberal, partido con una larga trayectoria en la política alemana queda afuera.
El otro, una escisión de Die Linke, la Agrupación Sahra Wagenknecht roza con el 4,97% de los votos y no logra ingresar al parlamento.
Hay una notable participación ciudadana en estos comicios, especialmente de jóvenes. El 82,54% del padrón electoral se volcó a las urnas.
Hacia una nueva gran coalición (Groko), puesto que la CDU/CSU no logra la mayoría como para gobernar en solitario, debe buscar un partido político aliado. Importante de destacar que los partidos democráticos del espectro político alemán han señalado que bajo ninguna circunstancia coalicionaran con la ultraderecha de la AfD. El cordón sanitario sigue vigente en la nación germana.
Se iniciaron las conversaciones CDU/CSU y el SPD para conformar gobierno antes de las pascuas alemanas (del 20 de abril próximo). Las conversaciones se han acelerado y ya hay acuerdos preliminares: en materias de relajar el tema del freno a la deuda; en el tema migratorio; en una mayor inversión en defensa; en el fortalecimiento de la política industrial; en un programa millonario para modernizar la infraestructura; en los temas de seguridad social y de aumento del pago de la hora a 15 euros. Habrá mayores novedades, cuándo esta nueva coalición se vaya amalgamando en este nuevo cambio de época y, en la necesidad de redefinir un modelo económico alemán que dé respuestas a los desafíos planteados.
En el plano internacional, Alemania, tercera potencia a nivel mundial se encuentra inserta en un mundo cambiante, complejo y de tránsito hacia un nuevo orden mundial. Por cuanto, tendrá que asumir una política externa lejos de los EEUU de Trump y, más cerca de la UE en el fortalecimiento geopolítico militar, político y social de ésta. Tendrá que fortalecer su política de defensa en el escenario interno y europeo. Deberá buscar una nueva definición del rol de la OTAN. Alemania, deberá asumir con mayor decisión el liderazgo al interior de la UE si realmente desea ser un actor en el mundo de las grandes potencias representadas por los EEUU, Rusia y China.
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