La política exterior “disruptiva” de Donald Trump
Artículo de opinión de Óscar Hernández Bernalette
En política, sea nacional o internacional hay que estar preparado para cualquier desconcierto. El academicismo muchas veces trata de ser tan preciso basado en el análisis comparativo y en la lógica que mucha veces se pierde en la película los verdaderos “insights” cuando menos se lo imagina. El mundo antes de lo que esperábamos dio un giro disruptivo. Nadie pensó en este drástico Trump. Quien escribe pensó que si llegaba el nuevo inquilino de nuevo intentaría seguir algunas de las políticas de su primer mandato, aún vigentes para su línea de pensamiento, pero toda vez vez su previa experiencia y su edad (78), en donde la nobleza y la magia por dejar un legado amable debe imperar por el contrario está enfilado a una acción muy personal y muy ruda en su búsqueda de lograr el MAGA. Temas como el de Canadá, Groenlandia, Ucrania, Europa , México el trato a Biden , migraciones, la “Ley de enemigos extranjeros”, incluyendo el TGA, no dejan de asombrar al analista acucioso. En estos próximos cuatro años que tiene por delante,¿ dejará una nación más próspera, más democrática y un mundo más seguro? Está por verse.
Lo que sí es cierto, es que el actual Presidente de los Estados Unidos, con la economía más próspera del planeta, con el ejército más poderoso y la nación baluarte de la democracia en el mundo , arrancó con una política exterior que deja perplejos a líderes políticos del mundo , académicos y la población en general. El hombre se lanza como diría Francisco Velásquez al estilo del “ El burócrata disruptivo” ha sacudir el frágil orden internacional, sin mayor anestesia y convirtiendo a la mejor tasada democracia del planeta en una frágil estructura a punto de convertirse en una autocracia al estilo de algunos regímenes latinoamericanos. ¡Todo el poder para el presidente!. No son pocos los hechos que nos hacen asumir esta premisa.
En Venezuela conocemos lo que es gobernar por decreto, la mayor fórmula para desprestigiar a la democracia desde el ejecutivo. El Presidente Trump, en menos de dos meses ha firmado más decretos presidenciales que los últimos tres inquilinos de la Casa Blanca incluyendo su primer periodo. Trump quiere dejar poco espacio para los contrapesos.
Una pregunta obvia. ¿Qué es lo que le pasa por la mente ? ¿Qué busca con esta extraña conducta que no se parece a la tradicional política exterior de los Estados Unidos por lo general partisana , coherente y con una visión de mundo prooccidental? Nadie se podría imaginar que los Estados Unidos llegaría a votar en Naciones Unidas al lado de Corea del Norte, Rusia, Nicaragua ,Cuba entre otros pocos en una resolución contra Ucrania. Hace unos meses independientemente quién ganará las elecciones en los Estados Unidos, ningún analista previno el giro de Washington ante Ucrania, la actitud de maltrato contra Canadá y la guerra de Aranceles entre miembros de la mejor Alianza comercial del planeta como lo ha sido ESCAM originariamente Nafta. EL coqueteo con Putin, la obsesión por Groenlandia entre otras deja mucho por reflexionar y por que no decirlo de que preocuparse, estamos ante un nuevo orden internacional, sin cortavientos, brusco con una lógica que debemos analizar para ver si entendemos en donde estamos y para dónde vamos.
Estilos o nueva ideología
Sin duda hay muchas maneras de gobernar. Con visión ideológica, de partido o con una visión personal hacia donde debe ir el mundo. En otras palabras unos gobiernan como se debe en una democracia, o se gobierna como me da la gana. Unos gobiernan con equipos y escuchan ,otros gobiernan con equipos que confirman el “yocreismo”. En esta nueva etapa no estamos claros hacia donde van los Estados Unidos pero ciertamente no va en la misma dirección del pasado mas reciente.
Ciertamente, las nuevas estructuras del NOI serán distintas. Podrá ser un híbrido del sistema internacional que se configuró después de la segunda guerra mundial. Un orden basado en reglas y con principios diáfanos. La búsqueda de la paz permanente y la seguridad internacional a través de lograr una seguridad colectiva. Principio que ha funcionado toda vez a pesar de guerras de alcance medio alrededor del mundo en los últimos 80 años no hemos llegado a la tercera conflagración mundial a pesar de la advertencia del Sr. Trump a Zelenski ni se ha lanzado en una población civil una bomba atómica desde las que lanzó Estados Unidos a Japón al finalizar la Segunda Guerra Mundial.
Otro principio en el que hemos estado inmerso es en la ampliación de las relaciones globales y bilaterales. Nunca habían proliferado tantos organismos internacionales y se habían escrito tantos acuerdos , unos vinculantes y otros no, entre los casi doscientos miembros de las Naciones Unidas. Todo este engranaje bajo el soporte del Derecho Internacional.
Especialmente a finales del siglo pasado se generó un proceso de globalización que abrió mercados y especialmente dio oportunidades para la disminución de la pobreza y el crecimiento económico. Nunca había el planeta utilizado las herramientas del comercio y del sistema financiero como mecanismos de acercamiento entre los países como en los últimos cincuenta años. La pregunta que nos hacemos, ¿perdurara? , con el inicio de las guerras comerciales que se avecinan entre los Estados Unidos, China , Canadá ,México y otros países que tendrán que asumir ese mecanismo perverso y que a la larga perjudica a los países basados en el proteccionismo. Como afirma el economista Juan Misle , “las medidas arancelarias aumentan el costo para los consumidores y los negocios, aumenta la complejidad administrativa en las aduanas y desestimula la eficiencia económica global al distorsionar las ventajas comparativas entre los países.”
¿Qué esperar?
De continuar esta tendencia nos enfrentaremos ante mercados inestables , sin normas y sin predictibilidad para mantener un mercado global estable. No será bueno para las grandes potencias y generará incertidumbre en las economías medias y pequeñas. Estamos entonces ante una nueva realidad que nos llevará a la construcción de una multilateralidad limitada, fragmentación económica y des globalización . La tendencia será entonces hacia la microbalización. (Guerras comerciales y tecnológicas, monedas alternativas al dólar, fortalecimiento de los bloques regionales, como ASEA, Unidad Africana, entre otros).
Este nuevo orden que se aceleraría por los designios de la nueva administración Trump, por el debilitamiento del Europa, por la derrota de Ucrania que es igual a la derrota del Derecho Internacional ,por la confrontación entre Estados Unidos y Canadá con China y Rusia sin contrapesos, fortalecerá lo que se denomina el “rice of the rest” ,nuevos actores medios como Turquía, Egipto, Israel, Brasil, Arabia saudita etc., que cabalgaran sobre las debilidades de occidente toda vez estaremos ante un Estados Unidos debilitado y desafiado .
Quedan otros escenarios por ser evaluados. La repartición de la torta entre grandes ejes: Estados Unidos, China y Rusia. Opción posible. Hay que esperar ,ver los próximos acontecimientos y acomodos. Lo cierto es que el Presidente Trump como buen jugador de cartas puede sorprender al mundo con un As de picas bajo la manga.
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