Puigdemont medita forzar su detención para entorpecer las últimas negociaciones entre PSC y ERC

El arresto dificultaría la investidura de Salvador Illa

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Carles Puigdemont, en archivo | Europa Press

 

Cataluña se encuentra ante una semana decisiva, crucial para definir su futuro político inmediato. Las negociaciones entre el PSC y Esquerra Republicana están en un punto crítico, con el objetivo de investir a Salvador Illa como presidente de la Generalitat. 

Los recientes avances en estas conversaciones, que incluyen el traspaso del Ingreso Mínimo Vital y una significativa inversión de más de 1.500 millones de euros para la región en los próximos tres años, parecen prometedores. Sin embargo, ERC advierte que aún quedan "más que detalles" por resolver para concretar el acuerdo.

En este escenario, Carles Puigdemont, expresidente de la Generalitat y líder de Junts, ha surgido como una figura potencialmente disruptiva. Puigdemont, quien está organizando un acto en Francia el 27 de julio, podría anunciar su regreso a Cataluña en este evento. Este posible retorno añade una capa de incertidumbre a la situación política.

El impacto de una detención de Puigdemont sería significativo. Su arresto, especialmente si se produce ante las cámaras y antes de la votación de la militancia de ERC, podría perturbar seriamente las negociaciones entre el PSC y ERC. Las repercusiones de tal acción serían profundas, dificultando la investidura de Illa y complicando el ya delicado equilibrio político en la región.

Puigdemont se encuentra en una situación legal complicada. Desde el 12 de junio, ha perdido su inmunidad europea, lo que lo hace vulnerable a una detención. En el marco del proceso, el Tribunal Supremo español, bajo la dirección del juez Pablo Llarena, ha rechazado aplicar la ley de amnistía para Puigdemont, debido a la existencia de presuntos delitos de malversación. 

Además, Puigdemont está implicado en el caso Voloh, relacionado con presunto espionaje ruso y vínculos con el Kremlin. El juez Joaquín Aguirre ha decidido no amnistiarlo, considerando que las acusaciones podrían constituir una “amenaza real y efectiva” para la integridad territorial de España.

En caso de que Puigdemont sea detenido al regresar a Cataluña, las consecuencias podrían ser severas. Su abogado, Gonzalo Boye, ha advertido que la prisión provisional podría prolongarse hasta cuatro años, y que mantener una detención en un caso que podría estar cubierto por la amnistía sería un grave problema para el estado de derecho.

Por otro lado, Junts, el partido liderado por Puigdemont, sigue insistiendo en la necesidad de la soberanía fiscal para Cataluña como un elemento clave en las negociaciones. Salvador Vergés, representante de Junts, ha subrayado la importancia de esta cuestión para los presupuestos generales del Estado. Jordi Turull, otro miembro destacado de Junts, ha afirmado que el partido no está dispuesto a pactar con el PSOE únicamente para asegurar la gobernabilidad de España, sino para defender los intereses de Cataluña.

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