Sirera (PP) exige a Collboni que denuncie a la CUP por publicar un manual para sabotear pisos turísticos
Dani Sirera también pide a Fiscalía que actúe contra este partido que promueve acciones violentas contra el sector turístico y los propios turistas
El presidente del PP en el Ayuntamiento de Barcelona, Dani Sirera, ha exigido al alcalde, Jaume Collboni, que denuncie a la CUP por publicar un manual para sabotear pisos turísticos. También ha pedido a la Fiscalía que actúe contra esta formación por promover acciones contra el sector turístico y los propios turistas.
Entre las órdenes concretas que promueven las juventudes de la CUP, Arran, está llevar la batalla a las puertas de los pisos turísticos con la finalidad de espantar al turismo y que les sea menos apetecible venir. Sirera denuncia que “ante estas amenazas”, Collboni todavía no haya tomado medidas contra esta formación que “ataca directamente a uno de las principales actividades económicas de la ciudad”.
El dirigente popular ha denunciado el acoso que otra vez sufrieron ayer los turistas que vieron como un grupo de manifestantes asaltaban los autobuses turísticos en los que viajaban con pistolas de agua y botes de humo “sin que todavía el alcalde lo haya condenado”.
Sirera lamenta que “la turismofobia de estos grupos, que han contado con la condescendencia del propio gobierno municipal de Colau y Collboni durante años, haya decidido cruzar la línea roja de la violencia, dando una imagen de Barcelona que nada tiene que ver con ese carácter de acogida, tolerante y cosmopolita que había caracterizado siempre a Barcelona, sobre todo a raíz de la organización de los Juegos Olímpicos de 1992”.
Ante este movimiento intolerante y agresivo que alienta el odio al turista, Dani Sirera echa de menos “una respuesta mucho más contundente del Ayuntamiento que con políticas como el cierre de pisos turísticos, la subida de la tasa turística, la restricción de los cruceros y su tibieza a la hora de condenar las acciones violentas de los últimos días, lo único que consigue es acrecentar la turismofobia”.
El líder popular añade que “Barcelona no tiene un problema con el turismo sino con su gestión, ya que el gobierno municipal, el actual y los anteriores, ha sido incapaz de gestionar con eficacia, como se ha hecho en otras ciudades, el volumen de visitantes que recibe la ciudad”.
Por todo ello, Sirera insiste en que “Barcelona no puede odiar a los turistas, no puede permitírselo por el carácter de acogida de la ciudad y por el beneficio económico que supone para los barceloneses” y por eso, propone “buscar soluciones de consenso” que hagan partícipes a todos los ciudadanos del impacto positivo del turismo y que busquen mejorar la convivencia en las zonas con más presión turística.
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