La AP-7 hasta la frontera llevó a Puigdemont de vuelta a Waterloo en plena noche
Tras desactivar los controles de la operación Jaula los cómplices aprovecharon este agujero para facilitar la salida del ex president de Catalunya bien entrada la noche
El ‘expresident’ salió de Cataluña en vehículo por la frontera de La Junquera el jueves sobre las 22.30 horas burlando así el dispositivo policial de los Mossos el pasado jueves por la noche.
Así parece ser que sobre esta hora cruzó la frontera de La Junquera por la AP-7 a bordo de otro coche distinto según han filtrado a los medios fuentes cercanas a Junts. El líder independentista, que confirmó este viernes que se encuentra de vuelta en Waterloo tras esquivar la operación Jaula que dispuso controles en ese punto hasta pasadas las 15.30 horas, cuando la policía autonómica decidió desactivarla y mantener vigilancias solo en zonas concretas de Catalunya.
Las cámaras captaron cómo los Mossos inspeccionaron durante la mañana de la fuga a cientos de vehículos, maleteros incluidos. Poco después de que los agentes de la Comisaría de Información le perdiesen la pista a la altura de la Estación del Norte tras haberlo perseguido en dirección contraria durante varias calles, Puigdemont y sus acompañantes cambiaron de vehículo para no ser detectados.
Salieron de la capital catalana y esperaron en algún punto del territorio catalán a que llegase la noche para salir de Catalunya por la frontera francesa de la Junquera sin ser intervenidos. Un plan ideado desde hace tiempo que el equipo del expresident, entre los que se encontraban los tres mossos detenidos, ejecutó a la perfección. No solo para la huida, sino también para la llegada a España tras siete años fugado de la justicia.
De todos los escenarios que habían previsto los Mossos para llevar a cabo la detención de Puigdemont, ninguno contemplaba que pudiese perpetrar una fuga frente a la presencia de 3.700 personas, que habían acudido a ovacionarle, y de decenas de agentes de la Comisaría General de Información de la policía autonómica, encargados del operativo. Los agentes vigilaron en todo momento los pasos del político hasta que desapareció entre la muchedumbre.
Pablo Llarena, el juez que emitió la orden de detención, aún en vigorha pedido este viernes a los Mossos y al Ministerio del Interior un informe que explique los detalles del dispositivo policial y los motivos por los que fracasó la operación.
Puigdemont está imputado por un delito de malversación de fondos públicos, cuya pena oscila entre los cuatro y 12 años de prisión, ya que Llarena consideró que no era amnistiable. El titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Barcelona también ha solicitado al Supremo que le investigue por el caso Voloh ante los supuestos contactos con Rusia para lograr apoyos para el independentismo. El alto tribunal ya archivó el mes pasado la causa de la plataforma Tsunami Democrátic, que le investigaba por terrorismo.
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