¿El pacto entre Junts y PSOE, a punto de romperse?

Varios temas delicados podrían hacer que salte por los aires la buena sintonía que ambas formaciones han mantenido últimamente

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Fotos: Europa Press

 

Durante los primeros meses del pacto entre Junts y el PSOE que permitió la investidura de Pedro Sánchez, el entorno de Carles Puigdemont celebró el acuerdo, esforzándose en diferenciarlo de los alcanzados por los socialistas con ERC durante la anterior legislatura. "Cobrar por adelantado" era el principal lema de Junts, aunque un año después el catalán aún no es oficial en Europa y el traspaso de competencias en materia de inmigración está lejos de ser una realidad. Y eso que el PSOE, como adelantó hace unos días el digital Nació, ya dispone de la propuesta concreta del partido de Puigdemont, que desde Waterloo se evita hacer pública. Por ahora, el gobierno español se niega a transferir la competencia en flujos migratorios.

¿Es suficiente para que la relación entre ambas formaciones, compleja de por sí, termine naufragando y la legislatura española se quiebre? ¿Qué otros asuntos amenazan el acuerdo? ¿Por qué la amnistía puede convertirse, mientras sea analizada por el Tribunal Constitucional, en un bálsamo frente a las discrepancias de fondo? Estos son los elementos que estarán en juego antes de que termine el año y comience un 2025 sin elecciones en el horizonte.

"No nos dejaremos engañar", tuiteó Puigdemont el pasado jueves 12, inquieto por una información de El Periódico que indicaba que el PSOE y Junts están avanzando en la transferencia de competencias en inmigración. 

Tras escuchar al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, moderar las expectativas, el líder en el exilio volvió a elevar el listón. "Si alguien pensaba empaquetar los incumplimientos acumulados para resolverlos a su favor en una negociación presupuestaria, también se equivoca", afirmó Puigdemont. Junts no se mueve de su voluntad de gestionar de forma integral unas competencias que, en caso de ser transferidas, serían ejercidas por un gobierno en manos del PSC.

El Tribunal Constitucional ya tiene en sus manos el recurso del Tribunal Supremo contra la ley de amnistía, que aún no se está aplicando en los términos aprobados. Esta semana, por ejemplo, Puigdemont (que regresó brevemente a Catalunya el 8 de agosto) ha visto cómo Pablo Llarena confirmaba que no lo amnistiaría por el delito de malversación. 

¿Tiene Junts incentivos para dejar caer al único gobierno posible en el Estado que defenderá la norma? Esta es una de las preguntas que sobrevuelan el escenario. La inquietud del partido cuando sus diputados abandonaron Madrid para participar en la Diada, poniendo en riesgo una moción sobre la financiación singular —finalmente rechazada por Vox— es un elemento que permite entender la magnitud de lo que está en juego.

Junts rechazó la primera propuesta de techo de gasto, y todo indica que no aprobará los presupuestos de Sánchez. La financiación singular es uno de los factores que condicionan la negociación. Sin ir más lejos, Míriam Nogueras pidió este martes la "llave de la caja": "Recaudar y enviar dinero a la caja española ni es concierto, ni es poder", subrayó. En la mesa de negociación en Suiza, que se reunirá nuevamente esta semana, ambas formaciones han abordado la cuestión de los recursos. Habrá que ver, en todo caso, el alcance de este mecanismo internacional tras la fuga de Puigdemont y la llegada de Salvador Illa al Palau de la Generalitat.

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