La razón por la que el Tribunal de Cuentas multó al PDeCAT por donaciones irregulares

La presidenta del organismo comparecerá el martes 16 ante la Comisión Mixta (Congreso-Senado)

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El acceso al Tribunal de Cuentas. Foto: Europa Press

 

La presidenta del Tribunal de Cuentas, Enriqueta Chicano, comparecerá el próximo martes 17 de septiembre ante la Comisión Mixta (Congreso-Senado) encargada de las relaciones con la institución para presentar el informe sobre la contabilidad de los partidos políticos correspondiente a 2018 y 2019, del que se derivaron sanciones al desaparecido Partit Demòcrata (PDeCAT), Vox y Mès per Mallorca por aceptar donaciones finalistas prohibidas por la ley.

La sanción a la formación, ya desaparecida, fue de 241.399 euros, por donaciones finalistas, que el Tribunal de Cuentas consideran financiación irregular.

Y por el mismo motivo fue sancionada Més Per Mallorca-PSM Entesa-Iniciativa Verds, formación integrada en Sumar, que reconoció los hechos y se acogió al pago voluntario de la sanción lo que le permitió ver reducida su multa a 30.000 euros.

 

Nacimiento y caída

El partido se fundó en 2016 como sucesor de la histórica Convergència Democràtica de Catalunya (CDC). De hecho, surgió tras la disolución de esta formación, debido a la necesidad de renovar la imagen del partido después de los escándalos de corrupción y su implicación en los procesos independentistas catalanes.

Nació como un partido de corte liberal y centroderecha, manteniendo una posición a favor de la independencia de Catalunya, aunque con un enfoque más gradualista que otros sectores independentistas.

Artur Mas, expresidente de la Generalitat y líder histórico de CDC, participó en la fundación, aunque cedió un papel más simbólico a Marta Pascal, quien fue la primera coordinadora general del partido.

Desde 2017, PDeCAT formó parte de la coalición Junts per Catalunya, encabezada por Carles Puigdemont, quien se exilió tras el referéndum del 1 de octubre de 2017. Sin embargo, las diferencias entre los sectores moderados de PDeCAT y los más radicales de JxCat, alineados con Puigdemont, llevaron a tensiones internas.

En 2020, Puigdemont rompió formalmente con PDeCAT y fundó Junts, un partido nuevo más alineado con su visión independentista unilateral. Esto provocó una escisión importante en PDeCAT, y muchos de sus miembros, incluidos cargos relevantes, se pasaron a Junts.

Desde 2020, PDeCAT ha ido perdiendo relevancia en el panorama político catalán. En las elecciones al Parlament de 2021, el partido concurrió por separado de Junts per Catalunya, obteniendo un resultado muy bajo, sin representación en el Parlament.

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