Puigdemont regresa al poder: una operación de maquillaje para esconder su falsa promesa de retirada

Este fin de semana, el expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, regresará al liderazgo de Junts per Catalunya en el congreso que el partido celebrará en Calella (Barcelona). Después de más de un año y medio apartado del liderazgo formal, Puigdemont anunció su vuelta, aunque su peso e influencia nunca han dejado de estar presentes en la formación. Este regreso, sin embargo, está envuelto en controversias, especialmente por la contradicción con sus propias promesas electorales.

El Congreso de Junts: un simple trámite para Puigdemont

El Congreso de Junts parece más un trámite que un verdadero espacio de renovación interna. Aunque el partido presenta esta cita como una oportunidad para promover nuevas caras y establecer un relevo gradual en el liderazgo, la realidad es que Puigdemont ha decidido volver a asumir el control. Según sus propias palabras en abril de 2024, si no podía ser investido presidente de la Generalitat, abandonaría la política activa. Sin embargo, no ha cumplido con su compromiso. 

Promesas rotas: Puigdemont y sus votantes

El giro en la trayectoria política de Puigdemont no solo ha generado debates dentro de Junts, sino que ha dejado a muchos de sus votantes perplejos. En una entrevista en abril, desde su exilio en Perpiñán, el expresidente fue contundente al declarar que no seguiría en la política si no conseguía su objetivo de volver a la presidencia de la Generalitat. Afirmó que no tendría sentido volver al Parlament para ser oposición, ya que no quería "calentar una silla". Esta declaración se produjo en el contexto de las elecciones del 12 de mayo de 2024, donde Puigdemont apostaba por una mayoría que le restituyera en el cargo. Sin embargo, tras no conseguir su objetivo, su regreso al frente de Junts se presenta como una evidente contradicción.

¿Qué está en juego en el Congreso de Junts?

A pesar de la aparente continuidad en el liderazgo de Puigdemont, el congreso de Junts también destaca por la irrupción de nuevas figuras y la consolidación de algunas caras conocidas, como Miriam Nogueras y Antoni Castellà, que probablemente ocuparán vicepresidencias clave. Estas incorporaciones refuerzan la idea de un Junts renovado, aunque en esencia, se trata de un partido que sigue bajo la influencia de Puigdemont. Laura Borràs, actual presidenta del partido, pasará a liderar la nueva fundación de Junts, lo que marca una reducción en su influencia directa sobre la organización.

En definitiva, este congreso se perfila como una operación de maquillaje destinada a esconder las contradicciones de Puigdemont y a mantener el control del partido bajo su liderazgo. A pesar de las promesas incumplidas y las tensiones internas, el expresidente parece dispuesto a retomar las riendas de Junts, dejando a un lado las declaraciones que hizo ante los votantes.