Las consecuencias de no tener Presupuestos en Catalunya

El Govern se enfrenta a un primer año de legislatura sin Presupuestos. Tras la negativa de ERC, está claro que el partido quiere marcar perfil y "hacerse respetar" tras varios pactos con los socialistas cuyos resultados no siempre han sido satisfactorios. Esta postura está vinculada al hecho de que aún no ha finalizado el congreso de ERC, donde se definirá su estrategia política. Por su parte, el PSC insiste en que no renuncia a aprobar los presupuestos de 2025, asegurando que los acuerdos se están cumpliendo y se cumplirán.

El plan del Govern es alcanzar el 45% de los acuerdos de investidura en el ámbito normativo durante el primer año y superar el 70% en el segundo. Sin presupuestos –si las posturas iniciales no cambian–, las prioridades podrían alterarse, ya que habrá iniciativas que no se podrán llevar a cabo o no completamente. Illa propone avanzar con los socios de investidura –ERC y los comunes–, aunque el ejecutivo socialista no cierra la puerta a ampliar acuerdos con Junts o, en algunos casos, con el PP. Por ahora, las posturas entre republicanos y socialistas están distantes, y los presupuestos tambalean. ¿Quién tiene razón? ¿Está justificado el bloqueo de ERC? ¿Qué se ha cumplido y qué no de los acuerdos con el PSC?

Financiación singular

El pilar de la legislatura es el modelo de financiación singular, y hasta ahora se han dado buenas intenciones, pero pocos resultados. El Govern respalda totalmente el acuerdo e insiste en que se cumplirá lo pactado. Se ha priorizado el fortalecimiento de la Hacienda catalana, como establece el acuerdo, para asumir la recaudación del IRPF en 2026. Sánchez e Illa acordaron a finales de 2023 reactivar las comisiones bilaterales, de las que deben surgir acuerdos relacionados con la financiación, para que pasen de ser un pacto entre partidos a un acuerdo entre gobiernos antes de llevarlo al Congreso. El Govern también ha activado un grupo de trabajo para concretar aspectos como el porcentaje de recursos que retiene el Estado por los servicios que presta a Cataluña o el cálculo de la cuota de solidaridad. Aunque los plazos del acuerdo no se han cumplido, los socialistas aún disponen de margen.

Cuenta atrás para que vuelvan las bilaterales

En relación con la financiación, pero no incluido en el acuerdo de investidura, está la condonación del 20% de la deuda autonómica del FLA. Este punto fue pactado entre ERC y el PSOE para la elección de Sánchez a finales de 2023, pero todavía no se ha cumplido. Está pendiente de la reunión de la Comisión Mixta de Asuntos Económicos y Fiscales y del Consejo de Política Fiscal y Financiera. En la cumbre de presidentes autonómicos en Santander, Sánchez anunció una próxima reunión de este organismo multilateral para concretar la condonación, que permitirá a Cataluña y a otros territorios disponer de más recursos. Aunque este punto del acuerdo sigue pendiente, se está trabajando en él y debería definirse en las próximas semanas o meses.

Rodalies, otra pieza del puzzle

ERC muestra especial interés en el traspaso de Rodalies, pactado para la investidura de Sánchez. El Govern de Illa lo ha asumido y quiere cumplir con el calendario previsto. En este ámbito, el ejecutivo lleva retraso, ya que el acuerdo de investidura establece que antes de 2024 debía haberse presentado el borrador de los estatutos de la nueva empresa operadora, algo que aún no se ha hecho público. No obstante, el Govern asegura que enero será un mes clave, con avances en la creación de esta empresa mixta y el inicio del traspaso de la R1, la primera línea bajo control de la Generalitat, cuyo proceso comenzará el martes 28 de enero, según avanzó El Periódico. Además, el departamento de Territorio ha cumplido con el "plan de choque" para mejorar los servicios, reforzando la seguridad y la información a los usuarios, tal como estipula el acuerdo.