Trasvase de cargos: Aliança Catalana 'ficha' a exmiembros de ERC y Junts

El ascenso de Aliança Catalana (AC), el partido fundado por Sílvia Orriols, ha provocado una significativa fuga de cargos de Esquerra Republicana (ERC) y Junts per Catalunya (Junts). La formación, que ha consolidado su presencia en Ripoll con Orriols como alcaldesa (habiendo salvado incluso la posibilidad de quedar fuera de la alcaldía vía moción de censura), está atrayendo a exdirigentes de los principales partidos independentistas, generando preocupación en sus cúpulas.

Uno de los últimos en sumarse a AC ha sido Eduard Àngel, ex portavoz de ERC en Amer, el pueblo natal de Carles Puigdemont. Pero no es un caso aislado. Otros cargos de ERC han tomado el mismo camino, como Jordi Coma, ex portavoz en Olot; Ramon Abad, exalcalde de Alpicat; y Cristina Lafay, exalcaldesa de Castelló de Farfanya. Este fenómeno responde a una percepción de que Orriols aborda temas que resuenan con sectores independentistas desencantados.

En el caso de Junts, el trasvase también es notorio. Genís Pinart, nuevo líder de Aliança en el Alt Empordà, es hijo de un histórico alcalde convergente del Port de la Selva. En Osona, Marina Quintana, exconcejal de Junts en Roda de Ter, ha asumido la presidencia de Aliança en la comarca. Otros nombres destacados que han pasado de Junts a Aliança incluyen a Salvador Bonjoch, alcalde de Bellpuig; Pep Llamas, excoordinador de Junts en el Berguedà; y Ramon Porta, excandidato en Tírvia.

Este trasvase de dirigentes ha tenido consecuencias políticas directas. La moción de censura en Ripoll, que habría desalojado a Orriols con el apoyo de ERC, PSC, la CUP y un partido independiente, fue frenada a última hora por Carles Puigdemont. El líder de Junts, desde Bélgica, ordenó detener la operación al percibir el rechazo local y el impacto electoral negativo que podría tener para su partido.

El crecimiento de Aliança Catalana preocupa especialmente a Junts, ya que comparten una base electoral significativa. Los sondeos internos de distintos partidos catalanes proyectan que Aliança podría pasar de sus actuales dos escaños en el Parlament a 13 o 14, una expansión que se produciría en gran medida a costa de Junts, lo que ha encendido las alarmas en su dirección.