La expresidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, ha avivado la división interna en el Partido Popular (PP) con sus críticas a la reciente agenda social impulsada por Alberto Núñez Feijóo, en la que destacan propuestas como una Ley de Conciliación, una Ley de Vivienda y la posibilidad de una semana laboral de cuatro días. Aguirre ha cuestionado abiertamente el giro social del líder del PP, acusando al partido de intentar apropiarse de banderas tradicionalmente asociadas a la izquierda, lo que ha generado tensiones dentro de la formación conservadora.
La postura de Aguirre, conocida por su alineación con Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, pone de relieve un conflicto ideológico en el seno del PP. Mientras Feijóo busca posicionar al partido como una alternativa moderada y reformista que prioriza la ayuda a las familias y la conciliación laboral, Aguirre y otros sectores más conservadores del partido se oponen a lo que perciben como una deriva que traiciona los principios económicos liberales.
Feijóo y su apuesta por la agenda social
El portavoz nacional del PP, Borja Sémper, ha salido en defensa de la estrategia de Feijóo, afirmando que "no hay ideología en ayudar a quien más lo necesita" y que el partido está centrado en "las preocupaciones reales de los ciudadanos". Entre las iniciativas que el PP está impulsando, destacan la Ley de Conciliación y un plan de vivienda dirigido a los jóvenes, con el objetivo de mitigar la crisis habitacional. Además, Feijóo no ha descartado la posibilidad de estudiar la semana laboral de cuatro días, siempre que se mantenga la productividad, lo que ha generado malestar entre ciertos sectores del partido.
Sémper ha subrayado que la agenda social del PP es una respuesta al impacto negativo de las políticas del Gobierno de Pedro Sánchez, a quien acusa de "asfixiar" a las clases medias con impuestos y de incumplir con las necesidades urgentes de los ciudadanos, especialmente los jóvenes que enfrentan dificultades para acceder a una vivienda.
Aguirre y Ayuso, en contra del giro social
Las críticas de Aguirre se alinean con las de la Comunidad de Madrid, cuyo gobierno ha manifestado su oposición a medidas como la reducción de la jornada laboral. El portavoz del gobierno madrileño, Miguel Ángel García Martín, ha señalado que una reducción de la jornada laboral sería perjudicial para la competitividad y la productividad, especialmente en un país con un tejido empresarial compuesto mayoritariamente por pymes y autónomos. Esta postura, respaldada por Aguirre, coincide con los intereses de la patronal y la CEOE, quienes ven en esta propuesta un riesgo económico.
El choque entre estas dos visiones internas del PP, una más centrada en el reformismo social y otra en los postulados más liberales y empresariales, podría representar un desafío significativo para Feijóo en su intento de unificar al partido y presentarse como una alternativa de gobierno sólida frente al PSOE de Pedro Sánchez.
Un reto para Feijóo y el futuro del PP
Con las críticas de Aguirre y la postura de Madrid encabezada por Ayuso, Feijóo se enfrenta a una prueba crucial para consolidar su liderazgo en el PP. Mientras algunos sectores del partido apoyan su estrategia reformista y ven en ella una forma de conectar con un electorado más amplio, otros temen que el giro hacia una agenda social pueda alejar al votante tradicional del PP y crear una fractura interna.
El resultado de este conflicto ideológico podría tener implicaciones significativas no solo para el futuro de Feijóo al frente del PP, sino también para la unidad del partido en su conjunto, en un momento en que los conservadores buscan recuperar el gobierno de España en las próximas elecciones.
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