Así se financia Vox: los patriotas que piden préstamos a la Hungría de Orbán

La financiación extranjera de Vox: el partido de Abascal recurre a un banco húngaro vinculado a Viktor Orbán tras la negativa de la banca española

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Sangtiago Abascal Hungría
Fotomontaje de Santiago Abascal con la bandera de Hungría - EP

 

Vox, el partido que se presenta como el defensor del patriotismo español, ha revelado que recibió 9,2 millones de euros del Magyar Bankholding (MBH), el segundo banco más grande de Hungría, para financiar sus campañas electorales generales y municipales de 2023. Este préstamo, proveniente de una entidad dirigida por Lörinc Mészáros, amigo de la infancia del primer ministro húngaro Viktor Orbán, ha suscitado críticas y preguntas sobre la independencia financiera y política del partido de Santiago Abascal.

Dependencia de la banca húngara

La financiación externa de Vox ha generado debate, especialmente porque el partido ha justificado este recurso alegando la falta de apoyo de la banca española. Según fuentes del partido, las entidades financieras de España se han negado a ofrecerles créditos, a pesar de ser el tercer partido más votado del país. Vox considera esta negativa una discriminación frente al acceso que otros partidos como el PSOE y el PP tienen a los recursos bancarios para sufragar campañas electorales.

La portavoz del partido, Pepa Millán, confirmó en el Congreso que recurrieron al MBH por "la imposibilidad de obtener ese préstamo que obtienen todos los partidos políticos". Añadió que este obstáculo, sumado al retraso de la Administración General del Estado en la concesión de fondos para cubrir gastos electorales, les empujó a buscar alternativas en el extranjero.

La relación Orbán-Vox: un vínculo más allá del crédito

La elección del Magyar Bankholding no parece casual. El banco está vinculado al entorno cercano de Viktor Orbán, el primer ministro húngaro conocido por sus políticas autoritarias y conservadoras, que ha reforzado su control sobre los medios, el sistema judicial y ha impulsado leyes antiLGTB. Orbán es ahora socio de Vox en el Parlamento Europeo, donde ambos partidos comparten una visión ultraconservadora y euroescéptica. Esta conexión financiera refuerza la alineación ideológica entre ambos líderes.

El acercamiento de Vox al gobierno de Orbán no se limita a la financiación. En los últimos meses, el partido español ha ido adoptando una agenda más radical y retrógrada, similar a la de Hungría, expulsando a sus miembros más liberales como Iván Espinosa de los Monteros y Rocío Monasterio, y consolidando su núcleo duro en figuras más cercanas a la extrema derecha, como Jorge Buxadé.

Consecuencias políticas y la agenda de Orbán en España

El giro hacia una derecha más dura y el respaldo financiero del entorno de Orbán han llevado a muchos analistas a preguntarse si Vox está siguiendo el modelo húngaro. Hungría bajo el mandato de Orbán ha sido un ejemplo de políticas ultraconservadoras, con leyes que atacan los derechos de las minorías sexuales, restringen la libertad de prensa y fortalecen las relaciones con regímenes autoritarios como el de Vladimir Putin en Rusia.

La llegada de este dinero húngaro plantea interrogantes sobre la influencia que podría tener en la estrategia política de Vox a futuro. Si el partido español ganara mayor poder en España, ¿veríamos la implementación de políticas antiLGTB, un retroceso en derechos civiles y un mayor acercamiento a regímenes autoritarios en Europa del Este?

Financiación extranjera: ¿práctica legal o ética?

Desde el partido, se ha defendido la legalidad de estos préstamos, asegurando que se informó al Tribunal de Cuentas y que las cantidades fueron devueltas íntegramente. "Lo hemos hecho y volveremos a hacerlo si es necesario", dijeron fuentes cercanas a la formación, restando importancia a la procedencia del dinero.

No obstante, este tipo de financiación abre el debate sobre la dependencia de un partido político español de capital extranjero y las posibles implicaciones que ello pueda tener sobre su independencia. Mientras que los defensores de Vox lo ven como una reacción legítima a la exclusión por parte de la banca española, otros lo consideran un signo de la falta de transparencia y un indicio de la creciente influencia de Orbán en la política europea.

Un futuro incierto

El préstamo de Vox del banco húngaro no solo revela su dificultad para conseguir financiación en España, sino que también destaca su cada vez más cercana relación con el ultraconservadurismo europeo de Viktor Orbán. A medida que el partido sigue adoptando posturas más radicales y alineándose con políticas que limitan derechos civiles, la financiación proveniente de un país gobernado por un líder abiertamente autoritario y antiLGTB no puede verse como un simple préstamo.

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