Las acusaciones de violencia machista a Íñigo Errejón no son nuevas: Podemos ya lo sabía
Pablo Iglesias e Ione Belarra, actual líder de Podemos, han señalado que tuvieron constancia de estas acusaciones
Las acusaciones de violencia machista contra Íñigo Errejón, miembro clave en los inicios de Podemos y actual dirigente de Más País, han generado una fuerte reacción política. Según Pablo Iglesias, estas denuncias circulaban desde hace más de un año, cuando en redes sociales ya se mencionaban comportamientos inadecuados de Errejón.
Iglesias afirmó en el programa "59 segundos" de TVE que conocía la existencia de estos señalamientos y no le resultan sorprendentes. Además, la actual líder de Podemos, Ione Belarra, señaló haber tenido conocimiento de estas acusaciones, aunque remarcó que Errejón ya no es parte de Podemos y enfatizó que su partido apuesta por mecanismos de apoyo a las víctimas de violencia de género, mencionando la ley de “solo sí es sí”, lograda en la anterior legislatura.
Una de las acusaciones más recientes y polémicas surge de una joven que en junio de 2023, durante el festival feminista "Tremendas Femgest", señaló a Errejón por presuntos tocamientos inapropiados. Este incidente, que no fue formalizado ante los tribunales, coincidió con el momento en que Errejón tomaba parte en la campaña electoral de Sumar, coalición liderada por Yolanda Díaz, y que se postulaba oficialmente en esas elecciones generales.
El testimonio de la joven circuló en redes sociales, aunque posteriormente fue eliminado, dejando un halo de duda y sospecha sobre la seriedad con la que las formaciones políticas involucradas han gestionado el caso.
Mientras tanto, Podemos se ha desvinculado claramente de Errejón y ha exigido que Sumar y Más Madrid, partidos a los que perteneció el político tras su salida de Podemos, tomen responsabilidad y esclarezcan los hechos. Belarra insistió en que, desde su formación, se promueve la protección y el acompañamiento de las víctimas, recalcando la importancia de dar voz y apoyo a los testimonios de violencia machista. Iglesias, por su parte, confesó que, a pesar de su opinión personal y política desfavorable hacia Errejón, lamenta que el que fue su amigo enfrente “un final tan siniestro”.
Este caso ha reavivado el debate sobre cómo se manejan las acusaciones de violencia machista dentro de los partidos políticos y cómo, en ocasiones, estas denuncias pueden ser minimizadas o incluso ignoradas por conveniencia. La controversia pone a Sumar en una posición delicada, exigiéndole responder con claridad y compromiso sobre su postura frente a estos señalamientos.
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