Feijóo coquetea con Junts y PNV para construir una "alternativa" a Pedro Sánchez

El líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, ha exhibido con orgullo los recientes logros de su partido en el Congreso, fruto del respaldo puntual de Junts y el PNV. En el marco de la reforma fiscal, ambas formaciones apoyaron la derogación del artículo que sustentaba el gravamen temporal a las empresas energéticas, una medida que, según Feijóo, supone un ahorro de 6.500 millones de euros en impuestos para los ciudadanos.

En un mensaje publicado en la red social ‘X’, Feijóo afirmó: "Hay alternativa al infierno fiscal del Gobierno, y la seguiremos defendiendo. Sin contrapartidas ni chantajes". Estas palabras reflejan la estrategia del PP de posicionarse como una opción viable frente al Ejecutivo de Pedro Sánchez, subrayando que los acuerdos alcanzados no implican concesiones a las formaciones nacionalistas.

Un revés para el Gobierno en pleno cierre del año

La derogación del gravamen, aprobada con el respaldo de Junts y PNV, supone un golpe para el bloque parlamentario del Gobierno, que contaba con mantener esta medida fiscal prorrogada desde 2023. En respuesta, el Ejecutivo planea contrarrestar la decisión con un decreto ley en el último Consejo de Ministros del año, garantizando así que el gravamen entre en vigor antes de la publicación oficial de la reforma.

Fuentes del PP han destacado que este movimiento evidencia que están "rompiendo el bloque de investidura" de Sánchez, aunque las cifras no parecen avalar esta afirmación. Con solo 136 diputados, el PP necesita no solo a Junts (7 escaños) y al PNV (5 escaños), sino también a Vox (33 escaños), una alianza que los partidos nacionalistas consideran inviable debido a las diferencias ideológicas y a las condiciones que exigiría Vox, como ocupar puestos clave en un hipotético Gobierno.

El dilema de la mayoría parlamentaria

Aunque el PP celebra las alianzas puntuales como un éxito estratégico, lo cierto es que Feijóo no ha conseguido consolidar una mayoría estable que permita a su partido competir directamente con el actual Ejecutivo. La dependencia del apoyo de Vox sigue siendo un obstáculo insalvable para tender puentes con Junts y PNV, lo que dificulta que el PP logre articular una alternativa sólida.

En este contexto, las palabras de Feijóo sobre una "alternativa sin chantajes" se enfrentan a la realidad parlamentaria: cualquier acuerdo para formar Gobierno requeriría grandes concesiones, especialmente a Vox, algo que complicaría aún más su capacidad para acercarse a los partidos nacionalistas.

El PP presiona para acelerar los cambios aprobados

Más allá del plano político, los populares exigen al Gobierno que no retrase la publicación de las reformas aprobadas. Juan Bravo, vicesecretario de Economía del PP, acusó al Ejecutivo de intentar demorar "artificialmente" la entrada en vigor de los cambios fiscales, reclamando su implementación inmediata para beneficiar a hogares y empresas cuanto antes.

Por el momento, Feijóo sigue buscando proyectar una imagen de liderazgo que pueda competir con Sánchez, pero la aritmética parlamentaria y las tensiones internas entre sus posibles aliados convierten este objetivo en un desafío que parece, al menos por ahora, inalcanzable.