¿Estabilidad o caos? ERC y Junts chocan por su forma de negociar con Sánchez en Madrid

Las discrepancias entre ERC y Junts vuelven a aflorar, esta vez por sus diferentes enfoques al negociar con el Gobierno de Pedro Sánchez. Mientras Junts ha anunciado este viernes la suspensión de todas las negociaciones sectoriales con el PSOE, ERC apuesta por un enfoque más constructivo para garantizar la estabilidad del Ejecutivo actual.

Junts: presión y estrategia de alto voltaje

El presidente de Junts, Carles Puigdemont, ha declarado desde Bruselas que su partido ha decidido suspender las negociaciones con el PSOE a nivel sectorial, como medida de presión tras lo que consideran incumplimientos de los acuerdos alcanzados para la investidura de Sánchez.

Puigdemont ha exigido una reunión urgente en Suiza con mediación internacional para evaluar el grado de cumplimiento de los pactos. Según el líder independentista, no negociarán los Presupuestos Generales del Estado (PGE) ni nuevas iniciativas legislativas, salvo aquellas que favorezcan explícitamente los intereses de Cataluña.

Pese a la ruptura sectorial, Junts mantendrá el diálogo sobre cuestiones clave como la amnistía, el uso del catalán en Europa y el traspaso de competencias en inmigración. Puigdemont insiste en que el riesgo de ruptura con el Gobierno es real y que su partido continuará exigiendo compromisos tangibles.

ERC: una postura pragmática y estable

Por su parte, ERC ha optado por un tono más conciliador. La secretaria general del partido, Elisenda Alamany, ha subrayado que, aunque respetan la estrategia de Junts, su prioridad sigue siendo garantizar el cumplimiento de los acuerdos alcanzados con el Gobierno central.

“Nuestra prisa es para que se cumplan los compromisos, no para que gobiernen PP y Vox”, ha afirmado Alamany desde Barcelona. ERC mantiene el foco en objetivos concretos como la financiación singular para Cataluña y la mejora de la red ferroviaria Rodalies, evitando discursos grandilocuentes y estrategias de alto voltaje.

Un choque de estrategias

La tensión entre ambas formaciones no es nueva, pero en esta ocasión evidencia un choque frontal en sus enfoques. Mientras Junts recurre a la confrontación y busca mantener el foco mediático, ERC trabaja desde una perspectiva más pragmática y discreta.

Para el Gobierno de Sánchez, la estabilidad de la legislatura depende de equilibrar las demandas de estos socios clave. El anuncio de Junts de suspender las negociaciones sectoriales añade presión, mientras que ERC, más alineado con garantizar la continuidad del Ejecutivo, se convierte en un socio estratégico que aboga por evitar escenarios de crisis.

El panorama político catalán vuelve a mostrar su complejidad, con Junts y ERC jugando roles opuestos pero complementarios. Mientras uno apuesta por el ruido, el otro busca acuerdos. Este equilibrio será crucial para que Pedro Sánchez pueda avanzar en su agenda legislativa, en medio de una legislatura que promete ser tan impredecible como intensa.