La razón por la que Abascal apoya a Le Pen: la corrupción en la ultraderecha española

Mientras Vox minimiza la condena por malversación de fondos de Le Pen, las sombras de la corrupción en su propio partido empiezan a asomarse

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Santiago Abascal (1)
Santiago Abascal - EP

 

Santiago Abascal y su partido, Vox, han sido firmes aliados de Marine Le Pen, la líder de la ultraderecha francesa. Sin embargo, su apoyo a la condenada por malversación de fondos públicos pone de manifiesto la doble moral que caracteriza a estos movimientos políticos: una que defiende principios de “honestidad” y “patriotismo” mientras se alinea con figuras acusadas de corrupción. La reciente condena de Le Pen por desviar más de 4,6 millones de euros de fondos del Parlamento Europeo, una sentencia que le ha valido la inhabilitación para ocupar cargos públicos durante cinco años, no ha sido un obstáculo para que Vox siga respaldando su figura, lo que plantea serias preguntas sobre los valores que realmente defiende el partido de Abascal.

El doble rasero de Vox: minimizando la corrupción

El portavoz de Vox, José Antonio Fúster, restó importancia a la condena de Le Pen, calificándola como “una cuestión muy menor” y asegurando que no cambia en lo absoluto su relación con Agrupación Nacional. Mientras la líder francesa enfrenta una inhabilitación que podría frenar su futuro político, Vox se desliga de la condena y mantiene su apoyo a su socia ideológica, ignorando los serios cargos de corrupción que pesan sobre ella.

Pero no es solo Le Pen la que está envuelta en escándalos de corrupción. En España, Vox se encuentra bajo la lupa de la Fiscalía Anticorrupción por una posible financiación ilegal, que involucra prácticas opacas de recaudación de fondos. El PSOE presentó una denuncia que sugiere que Vox ha estado utilizando mecanismos irregulares para recaudar millones de euros de manera no registrada. Incluso se ha señalado que el partido podría haber recibido financiación de fuentes extranjeras, lo que violaría la ley española.

La hipocresía de la ultraderecha: apoyo inquebrantable pese a las pruebas de corrupción

Abascal y sus aliados parecen dispuestos a proteger a Le Pen a toda costa, sin importar las evidencias de malversación que la involucran. El hecho de que minimicen este grave delito sugiere una hipocresía alarmante, donde la condena a figuras de la extrema derecha parece ser vista como una persecución política, mientras se ignoran los propios problemas de corrupción que afectan a su partido.

Esta actitud refleja una clara tendencia dentro de la ultraderecha europea: al apoyar a figuras como Le Pen, incluso cuando están implicadas en delitos graves, los líderes de Vox muestran que están más interesados en preservar su coalición de poder que en la integridad de sus propias políticas. Pero lo que es aún más preocupante es que esta permisividad ante la corrupción podría ser un reflejo de lo que podría suceder en el futuro, si las investigaciones en España revelan la magnitud de los problemas financieros de Vox.

¿El futuro de la ultraderecha española también está marcado por la corrupción?

Mientras Vox sigue defendiendo a Le Pen, las investigaciones sobre su financiación irregular podrían traer consecuencias devastadoras para el partido de Abascal. Con las acusaciones de recibir fondos oscuros de bancos vinculados al régimen de Viktor Orbán, la ultraderecha española parece estar caminando por la misma senda que sus aliados europeos, donde la corrupción no solo se tolera, sino que se minimiza.

En lugar de enfocarse en la “pureza” de sus principios, Abascal y su partido deberían centrarse en limpiar las manchas que ya afectan a su imagen y evitar caer en el mismo fango en el que está sumida su socia francesa. La corrupción es un mal que no distingue fronteras ideológicas, y el futuro de Vox podría estar en riesgo si las sombras del dinero oscuro y la financiación ilegal siguen acechando.

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