Juan Carlos I destroza a Felipe VI: la denuncia a Revilla que arrincona a la Casa Real

Un movimiento sin precedentes sacude la monarquía española

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Juan Carlos I, Felipe VI
Juan Carlos I, Felipe VI

 

Insólito. Por primera vez en la historia de la Casa Real, el rey emérito Juan Carlos I ha decidido tomar medidas legales contra un líder político. El exmonarca ha presentado una demanda contra el expresidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, exigiendo una rectificación pública y una indemnización de 50.000 euros por presuntas calumnias y difamaciones.

El giro inesperado de esta acción legal radica en la elección de su abogada: Guadalupe Sánchez, la misma letrada que defiende a Alberto González Amador, pareja de Isabel Díaz Ayuso, en sus recientes batallas judiciales. Esta conexión con el entorno del Partido Popular ha desatado especulaciones sobre la politización del caso y su posible impacto en la imagen de la monarquía.

Las declaraciones de Revilla que desataron la demanda

La demanda hace referencia a varias intervenciones de Revilla en medios de comunicación, en las que arremetió contra el rey emérito entre mayo de 2022 y enero de 2025. En estos espacios, el expresidente cántabro calificó a Juan Carlos I de "delincuente fiscal" y le acusó de disfrutar de "dinero proveniente de los países árabes".

Además, en su libro Por qué pasa lo que pasa, publicado en 2024, Revilla criticó duramente al exmonarca, asegurando que "se ha declarado apátrida para evitar pagar impuestos en España". También señaló que el dinero que se le ha probado en el extranjero "es solo la punta del iceberg" de una fortuna oculta.

Ante estas declaraciones, la defensa del rey emérito sostiene que el político cántabro ha vulnerado su derecho al honor y exige que rectifique públicamente en los mismos medios donde realizó sus afirmaciones.

La Casa Real se desmarca del rey emérito

El impacto de la demanda ha sido inmediato. La Casa Real ha reaccionado rápidamente para desvincularse de la acción legal de Juan Carlos I, asegurando que se trata de una "iniciativa personal" y que ni Felipe VI ni el resto de la familia real han sido consultados al respecto.

Este movimiento podría suponer un golpe a la estrategia de Felipe VI, quien ha tratado de distanciarse de los escándalos de su padre para fortalecer la imagen de la monarquía. Sin embargo, con esta demanda, el rey emérito vuelve a estar en el centro del debate político y mediático, arrastrando inevitablemente a la institución monárquica a la polémica.

¿Un riesgo para el futuro de la monarquía?

Este enfrentamiento judicial no solo afecta a Juan Carlos I y a Miguel Ángel Revilla, sino que también pone en una situación delicada a Felipe VI. La vinculación del emérito con una abogada del entorno del PP y su decisión de llevar a los tribunales a un político abiertamente republicano han sido interpretadas por algunos analistas como una maniobra que introduce a la monarquía en el terreno de la lucha partidista.

El hecho de que un exjefe de Estado emprenda acciones legales contra un político es un precedente inédito en España y podría debilitar aún más el respaldo popular a la monarquía. Mientras tanto, Revilla no ha dado señales de querer retractarse y sigue defendiendo sus palabras.

El caso está servido. Ahora queda por ver si este movimiento legal del rey emérito logra limpiar su imagen o, por el contrario, supone un nuevo revés para la institución monárquica.

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