Sánchez y Macron aprueban el proyecto del Midcat, pero con otro nombre

Así lo han acordado en el encuentro mantenido en Bruselas para intentar desbloquear el proyecto de gasoducto entre España y Francia por Catalunya, al que se oponía Francia.

 

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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el presidente francés, Emmanuel Macron, y el primer ministro portugués, Antonio Costa

 

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el presidente francés, Emmanuel Macron, y el primer ministro portugués, Antonio Costa
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el presidente francés, Emmanuel Macron, y el primer ministro portugués, Antonio Costa

 

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado que ha llegado a un acuerdo con el presidente francés, Emmanuel Macron, y el primer ministro portugués, Antonio Costa, para sustituir el gasoducto Midcat por un nuevo "corredor de energía verde" que unirá Barcelona con Marsella. Así lo han acordado en el encuentro mantenido en Bruselas para intentar desbloquear el proyecto de gasoducto entre España y Francia por Catalunya, al que se oponía Francia.

 

Sin embargo, el proyecto apoyado por los tres líderes es un gaseoducto que va de Catalunya a Francia, por lo que se puede decir que más que enterrar el proyecto del Midcat, lo han renovado. "Hemos logrado un acuerdo político conjunto que, en cierta manera, es el abandono del histórico MidCat, un proyecto gasístico a través de los Pirineos, para favorecer un proyecto en el que trabajaremos las próximas semanas de manera muy intensa para sacar del aislamiento a la península Ibérica y construir un corredor entre Portugal, España y Francia", ha proclamado Macron a su llegada a la reunión de jefes de Estado y de Gobierno de la UE en Bruselas, tras la trilateral con sus colegas español y portugués. 

 

Así, el presidente francés se ha intentado marcar un tanto para fortalecer su liderazgo, no accediendo a realizar el proyecto del gaseoducto que tanto anhelaba Alemania. Pero el movimiento de Macron esconde, en el fondo, una clara rectificación, y permitirá que finalmente un gaseoducto una a su país con la península ibérica. 

 

Los que sí han marcado un tanto en la reunión son Antonio Costa, el presidente de Portugal, y Pedro Sánchez, el primer ministro español, que han conseguido alcanzar el objetivo que buscaban a través de una operación estética, un cambio de nombre

 

La nueva tubería marítima entre Barcelona y Marsella está concebida para transportar hidrógeno verde y otras energías renovables, pero inicialmente servirá como conducto para el flujo de gas durante un periodo de transición. Por ello, el nuevo proyecto apoyado por Macron es, realmente, un gaseoducto. Es decir, el Midcat pero pasando por otro lado.

 

El comunicado conjunto publicado tras el pacto, que bautiza el nuevo proyecto BarMar, aclara que será una infraestructura para hidrógeno que deberá estar "técnicamente adaptada" para transportar otros gases renovables y "una proporción limitada de gas natural como fuente de energía temporal y transitoria".

 

UN ÉXITO PARA SÁNCHEZ

 

Sánchez ha destacado que el entendimiento llega tras "muchos meses de trabajo" y que permitirá "acelerar" el proceso de interconexión de la Península ibérica con el conjunto de la Unión Europea, mediante un pacto "europeísta y solidario" y de "transición ecológica".

 

Así, ha agradecido a Costa y a Macron su "voluntad política" para llegar a este acuerdo que entierra definitivamente el proyecto del MidCat al que Francia se negaba de plano al considerar que no era útil en la situación actual y que podría poner en riesgo zonas protegidas por su trazado.

 

El presidente del Gobierno ha defendido que el nuevo proyecto respeta tres premisas con las aspiraciones españolas, la primera de ellas que el nuevo corredor será "coherente" con la transición ecológica porque permitirá el flujo de hidrógeno verde.

 

La segunda condición, ha dicho Sánchez, era que España, que es uno de los países con mayor capacidad de regasificación, pudiera responder a la "demanda de solidaridad" de otros países de la UE que necesitan alternativas al "chantaje ruso".

 

El tercer eje, ha completado, es que se trata de un proyecto con "aproximación dual" porque además de interconectar fuentes de energía como el hidrógeno verde, el gas y las renovables, "impulsará las interconexiones eléctricas".

 

CATALUNYA SALE REFORZADA

 

El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha celebrado este jueves el acuerdo alcanzado. "Marca Catalunya y Barcelona como un punto neurálgico de la nueva estructura energética europea".

 

Aragonès ha defendido que el nuevo proyecto refuerza el papel de Catalunya "en el nuevo mapa energético europeo" y sigue la apuesta que desde la Generalitat se ha hecho por el hidrógeno verde como energía renovable.

 

En este sentido, ha recordado que Catalunya está impulsando el proyecto Valle de Hidrógeno verde en Tarragona vinculado a los fondos europeos Next Generation, así que considera que el nuevo corredor entre Barcelona y Marsella "refuerza la apuesta del Govern para que el modelo energético del futuro descanse en buena parte en la importancia de la producción" de este gas.

 

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