Cisma entre Yolanda Díaz y Podemos por la izquierda alternativa al PSOE
Las dos políticas se enfrentan por el relevo del trono de la izquierda alternativa socialista, tras el fallido pacto de primarias en la cúpula de Unidas Podemos.
A medida que avanzan las horas y se acerca la puesta de largo de Díaz como candidata oficial a las elecciones generales, se intensifican las tensiones en la cúpula parlamentaria de Unidas Podemos. El partido está totalmente abocado a la ruptura total, después que ayer Yolanda Díaz evadiera aceptar el pacto de Ione Belarra para ir a primarias. Este mediodía dará por acabado el debate y sabremos en qué puesto queda el partido morado. A priori, la dupla de Belarra y Montero está respaldada por 16 diputados más, mientras que Yolanda Díaz, cuenta con el apoyo de 14 de los 33 diputados que Podemos tiene en el Congreso de los Diputados.
Dos mujeres enfrentadas por la tensa sucesión al trono de la izquierda alternativa al PSOE tras la dimisión de Pablo Iglesias de Unidas Podemos. Es un secreto a voces que Yolanda Díaz está más que preparada para anunciar su puesta de largo como candidata a las próximas elecciones generales. En sus últimas comparecencias ha ido desgranando su propuesta con Sumar y ha evidenciado el cisma ideológico y la tensa relación en la cúpula de los morados. Ayer, decenas de personalidades de la política progresista del país reafirmaron su predisposición a devenir bajo el paraguas de Díaz para los próximos comicios. Entre ellos, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, quién hace muy pocos días publicó una foto donde ambas se fundían en un cálido abrazo. También Alberto Garzón, actual ministro de Consumo y líder de Izquierda Unida, ha tendido el brazo a una Yolanda Díaz que viene crecidísima desde la marcha política de Iglesias.
Ayer, la aparentemente nueva líder de Unidas Podemos y ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, intentó un último acercamiento, parecido al espasmo de un animal que sabe que está a punto de morir, y pidió a la vicepresidenta segunda de Gobierno firmar una declaración conjunta para desplegar unas primarias abiertas. Una petición que pasó sin pena ni gloria y a la que Yolanda Díaz pareció no mostrar gran interés.
El fogonazo de Belarra no sirvió para evitar lo inevitable: la fractura unilateral del espacio que, en su día, Pablo Iglesias, consiguió fortalecer y empoderar para poner en marcha una revolución política, pero que acabaría consumiéndole hasta sus últimas bocanadas de aliento. Hoy, tras casi dos años de espera, en los cuales, Díaz ha ido aumentando paso a paso su popularidad y ganándose la confianza de un sector progresista de los ciudadanos españoles, cada vez más desesperanzados en la revolución prometida por el fundador. Díaz mantiene la esperanza de resurgir de las cenizas este mediodía en el polideportivo Magariños, en Madrid, lugar donde años atrás Pedro Sánchez jugaría al baloncesto. Quizá todo sea cuestión de justicia poética.
Por su lado, Ione Belarra intentó una última jugada y movió ficha: "Tiene en su mano que mañana Podemos esté en la presentación", en referencia a la comparecencia de Díaz. "Basta con que esta misma tarde Podemos y Sumar firmemos una declaración en la que nos comprometamos a celebrar primarias abiertas", vapuleó. Sin embargo, como las pisadas en la arena del mar, la última jugada de Belarra se la ha llevado una ola, de la marea de Sumar.
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