La posible transferencia del MIR a Galicia, abre la posibilidad del traspaso a Catalunya y Euskadi

El paradigma del MIR podría experimentar transformaciones significativas tras el acuerdo de investidura entre el PSOE y el BNG. La opción de renegociar la gestión del MIR en Galicia se plantea, y la misma tendencia podría extenderse a Cataluña y País Vasco, donde ERC y EH Bildu históricamente han buscado arrebatar esta competencia al Ministerio de Sanidad.

Aunque en febrero, Carolina Darias, entonces al frente de Sanidad, defendía firmemente el modelo actual de competencias estatales, la situación ha cambiado. El acuerdo entre el PSOE y los grupos nacionalistas para la investidura de Pedro Sánchez incluye la posibilidad de transferir competencias del sistema MIR, EIR y PIR a las comunidades autónomas. El pacto firmado el 6 de noviembre con el BNG contempla la activación de todas las competencias del Estatuto de Autonomía de Galicia y aquellas consensuadas en el parlamento de la comunidad.

El BNG, en declaraciones a Redacción Médica, señaló que, aunque no está recogido en el Estatuto de Autonomía, reclaman la transferencia de la gestión del MIR y de la Formación Sanitaria Especializada (FSE). Este acuerdo abre la posibilidad de renegociar la transferencia del MIR a Galicia si el Parlamento gallego lo aprueba por unanimidad.

El acuerdo entre PSOE y Junts para la investidura también aborda explícitamente esta transferencia en Cataluña. El PSOE se compromete a defender el desarrollo del Estatuto de 2006, que otorga a la Generalitat competencia compartida en la formación sanitaria especializada. ERC había incluido esta reivindicación en la Comisión Bilateral de agosto de 2021, y tras los acuerdos actuales, el camino se allana para las comunidades que buscan gestionar el MIR, EIR y PIR.

Sin embargo, diversos colectivos médicos han expresado un "absoluto rechazo" a esta posible transferencia. Amyts considera que fragmentar el MIR por motivos partidistas afectaría la calidad del sistema y a los aspirantes. La Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) y la Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas (Facme) también han manifestado su oposición, argumentando que la descentralización podría debilitar la movilidad de profesionales y la homologación de títulos. Desde la Facme, advierten que la transferencia pondría fin a un modelo exitoso y generaría desigualdades en la formación.