ANC, CUP y CDR rompen con Puigdemont tras el pacto con el PSOE
La situación, marcada por protestas y desacuerdos, plantea un comienzo controvertido para la legislatura, anticipando desafíos significativos para Sánchez en los meses venideros.
En el arranque de una nueva legislatura, el presidente Pedro Sánchez logra consolidar su liderazgo con el respaldo definitivo de los 7 diputados de Junts, desencadenando una serie de reacciones y tensiones tanto a nivel nacional como entre los partidos independentistas catalanes.
En una coyuntura nacional marcada por la complejidad, Sánchez se asegura un nuevo periodo al frente del Gobierno, estrechamente vinculado al pacto alcanzado con Carles Puigdemont y ERC. Sin embargo, este acuerdo ha provocado no solo críticas desde las filas socialistas, sino también la indignación de centenares de manifestantes congregados en Ferraz la última semana. A su vez, se han registrado manifestaciones multitudinarias convocadas por PP y Vox en diversas capitales españolas, reflejando la polarización generada por este pacto político.
El descontento no se limita al ámbito socialista; también se manifiesta entre los aliados de Puigdemont. La CUP ha llamado a la movilización, argumentando que el pacto no aborda la cuestión de la "autodeterminación" y representa una renuncia a la lucha del secesionismo. La diputada Laia Estrada acusa a ERC y Junts de haber "renunciado al mandato del 1-O", subrayando las divisiones evidentes entre los partidos independentistas, especialmente con la ala más radical, que ahora critica abiertamente a Puigdemont.
Las protestas, orquestadas por la CUP y Alerta Solidària, han tenido lugar en localidades como Arenys de Mar y Barcelona, expresando un rechazo generalizado a la amnistía. Los Comités en Defensa de la República (CDR) publicaron un manifiesto crítico, especificando que no se trata de un "pacto" sino de una "renuncia". Además, la Assemblea Nacional Catalana (ANC), los CDR de Vic y la plataforma 'Catalans per a la Independència' sostienen que ningún acuerdo con el Estado español conducirá a la independencia, amenazando con movilizaciones.
La eurodiputada Clara Ponsatí, vinculada a la ANC y crítica acérrima de Puigdemont, condenó el pacto con el PSOE, considerándolo una sumisión de los partidos independentistas. El ala de la izquierda radical secesionista, que anteriormente respaldaba a Puigdemont, lo señala ahora como traidor. La situación se refleja en la crítica de Miquel Montero, destacado en el soberanismo, quien sostiene que Junts quedará atrapado en una "jaula" construida por ellos mismos, enfrentando la difícil tarea de gestionar concesiones irrelevantes.
Este escenario, marcado por la complejidad política y las tensiones independentistas, presenta un inicio controvertido para la nueva legislatura, dejando entrever los desafíos que Sánchez enfrentará en los próximos meses.
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