El Hospital de Santa Catalina de Salt promueve un nuevo protocolo para favorecer las "cesáreas pro-vínculo"
Este protocolo se realiza con el objetivo de optimizar la recuperación de las mujeres que dan a luz por cesárea, además de mejorar la vivencia de todo el proceso de parto por la madre, la pareja y el bebé

El Hospital Santa Caterina de Salt (Girona) ha desarrollado un protocolo con el que se pretende mejorar la recuperación de las mujeres que tienen a su hijo o hija por cesárea programada, no urgente, además de la vivencia de todo el proceso de parto , tanto de la madre como de su pareja, garantizando los estándares de seguridad tanto maternos como neonatales. Todas estas medidas se enmarcan dentro del protocolo ERAS.
Los Programas ERAS (las siglas de "Enhanced Recovery After Surgery") o Programas de Rehabilitación Intensificada se basan en la aplicación de una serie de medidas y estrategias a los pacientes que serán sometidos a un procedimiento quirúrgico, con el objetivo de disminuir estrés y los riesgos derivados de una intervención y que puedan tener una mejor recuperación. Si hay un grupo al que mejor le vaya este protocolo es precisamente a las mujeres jóvenes, ya que suelen tener un buen estado de salud y un mayor potencial para recuperarse rápidamente después de un parto por cesárea.
FASES DEL PROTOCOLO
El nuevo protocolo del Santa Caterina, elaborado por los servicios de Ginecología, Anestesiología y Pediatría del hospital, se despliega en tres fases: antes de la cirugía, durante la cesárea y la recuperación después de la cesárea. La fase inicial, previa a la cesárea, se tratará de una fase más informativa, ya que se detallará a la madre y la pareja todos los detalles, además de incorporar medidas más clínicas como la reducción de las horas de ayuno y administración de fármacos sedantes a la madre.
La segunda fase está relacionada con la intervención quirúrgica "cesárea pro-vínculo", que permite una vivencia más placentera de todo el proceso. Esta cesárea consiste en la aplicación de medidas para fomentar el vínculo de la madre, la pareja y el bebé, y se ofrece en el caso de las cesáreas programadas, no urgentes. Estos protocolos están relacionados con la forma en la que se organiza la intervención, cómo se prepara el quirófano y cómo la madre y la pareja participan en el nacimiento del bebé.
Algunos de los detalles de esta fase se basan en promover un ambiente tranquilo, en favorecer el contacto de "piel con piel" tan pronto sale el bebé del interior de la madre, al retrasar el pinzamiento del cordón umbilical para reducir el riesgo de anemia neonatal...
En la tercera y última fase, la de recuperación después de la intervención, la madre, la pareja y el bebé pasan a la planta de hospitalización donde se intenta optimizar al máximo la buena recuperación de la madre, favoreciendo la movilización precoz y potenciando el inicio de la ingesta oral. De esta forma se consigue reducir los días de estancia en el hospital, de cinco días a 72 horas o menos, en según qué casos.
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