Científicos estudian nuevas técnicas para vivir hasta los 200 años: "Podemos hacer retroceder el reloj"

Hace poco más de 15 años, los científicos de la Universidad de Kyoto en Japón hicieron un descubrimiento notable. Cuando agregaron solo cuatro proteínas a una célula de la piel y esperaron unas dos semanas, algunas de las células sufrieron una transformación inesperada y sorprendente: volvieron a ser jóvenes. Se convirtieron en células madre casi idénticas a las que se encuentran en un embrión de días de edad, que recién comienza el viaje de la vida.

Al menos en una placa de Petri, los investigadores que utilizan el procedimiento pueden tomar células de la piel marchitas de un hombre de 101 años y rebobinarlas para que actúen como si nunca hubieran envejecido. Ahora, después de más de una década de estudiar y modificar la llamada reprogramación celular, varias compañías de biotecnología y laboratorios de investigación dicen que tienen pistas tentadoras de que el proceso podría ser la puerta de entrada a una nueva tecnología sin precedentes para la reversión de la edad. Al aplicar dosis limitadas y controladas de las proteínas de reprogramación a animales de laboratorio, dicen los científicos, están viendo evidencia de que el procedimiento hace que los animales, o al menos algunos de sus órganos, sean más jóvenes.

Uno de los principales promotores de esta idea, Richard Klausner, asombró al planeta en junio cuando mostró datos de experimentos no publicados en los que ratones enfermos se recuperaron después de someterse a la prueba experimental.  Klausner estaba lanzando nada menos la innovadora técnica de "rejuvenecimiento médico", una forma de tomar animales viejos y hacerlos "jóvenes". Es el organizador y científico jefe de Altos Labs , una nueva empresa de investigación que ha conseguido más de 3.000 millones de dólares de financiación. Así, han fichado a los mejores científicos del mundo - pagando sueldos superiores al millón de dólares- para trabajar en una nueva tecnología que llaman "programación del rejuvenecimiento".

Parece funcionar, al menos en parte, al restablecer lo que se llama el epigenoma: marcas químicas en el ADN que controlan qué genes se activan o desactivan en una célula. Con el envejecimiento, algunos de estos marcadores se colocan en posiciones incorrectas. La reprogramación es una tecnología que puede darles la vuelta. Pero también puede cambiar las células de manera peligrosa, incluso causando cáncer.

El objetivo de Altos es domar este fenómeno, entenderlo y eventualmente aplicarlo como tratamiento para revertir una amplia gama de enfermedades. Esto puede ser posible, dice Klausner, porque las células jóvenes tienen más resiliencia y pueden recuperarse del estrés biológico de una manera que no lo hacen las viejas. Y Klausner tiene datos que sugieren que es posible que ya esté funcionando. Durante su charla, mostró diapositivas marcadas como "Confidencial" que afirmaban que los ratones gordos se habían recuperado de la diabetes después del tratamiento y que otros podían sobrevivir a dosis normalmente letales de analgésicos, todo gracias a una dosis saludable de rejuvenecimiento médico.  

“Creemos que podemos hacer retroceder el reloj”, dijo a la audiencia. Klausner es el ex director del Instituto Nacional del Cáncer y antiguo líder de salud global en la Fundación Gates. Él es un gran bateador que también ha estado detrás de algunas de las empresas biotecnológicas más destacadas de la actualidad, como la empresa de análisis de sangre para el cáncer Grail. Sin embargo, incluso para él, el rejuvenecimiento es tremendamente ambicioso. Esto se debe a que si puede hacer que las células actúen como más jóvenes, saludables y resistentes, es posible que tenga un medio de propósito general para prevenir muchas enfermedades a la vez. “Esto es lo opuesto a la medicina de precisión”, dijo Klausner.

Sin duda, la palabra "rejuvenecimiento" suena sospechosa, como la promesa hecha en una botella de crema facial de alto precio. Sin embargo, el rejuvenecimiento está a nuestro alrededor. Millones de bebés nacen cada año a partir del envejecimiento de los espermatozoides y los óvulos de sus padres. La clonación de animales es otro ejemplo. Cuando Barbra Streisand hizo clonar a su perro de 14 años, las células de su boca y estómago le fueron devueltas como dos cachorros juguetones. Todos estos son ejemplos de células que se reprograman de la edad a la juventud: exactamente el fenómeno que empresas como Altos quieren capturar, embotellar y algún día vender.

Por ahora, nadie tiene una idea firme de cómo podrían ser estos futuros tratamientos. Algunos dicen que serán terapias genéticas añadidas al ADN de las personas; otros esperan que sea posible descubrir píldoras químicas que hagan el trabajo. Uno de los defensores de la tecnología, David Sinclair, que dirige un laboratorio de investigación sobre el envejecimiento en la Universidad de Harvard, dice que podría permitir que las personas vivan mucho más de lo que viven hoy. “Predigo que algún día será normal ir al médico y obtener una receta para un medicamento que te hará retroceder una década”, dijo Sinclair en el mismo evento de California. “No hay razón por la que no podamos vivir 200 años”.

Es este tipo de afirmación la que suscita tanto escepticismo. Los críticos ven exageraciones exageradas, egos desbocados y ciencia que se encuentra en un terreno incierto. Pero los escépticos de este año fueron ahogados por el sonido de los inversores en estampida. Además de Altos, cuyos 3 mil millones se clasificaron como posiblemente la campaña de recaudación de fondos más grande en la historia de la biotecnología, el multimillonario de las criptomonedas Brian Armstrong, cofundador de Coinbase, ayudó a traer 105 millones a su propia empresa de reprogramación, NewLimit, cuya misión dice es " extensión radical de la duración de la salud humana”.