¿Por qué la sordera afecta más a las mujeres?

El último domingo de septiembre solía ser el día designado por la Federación Mundial de Personas Sordas (WFD) para conmemorar el Día Internacional de las Personas Sordas. Sin embargo, en España, esta celebración ha tomado diferentes fechas, principalmente el último viernes o, con mayor frecuencia, el sábado.

No obstante, en los últimos años, el Día Internacional de las Personas Sordas ha caído en desuso desde que las Naciones Unidas proclamaron el Día Internacional de las Lenguas de Señas, que se celebra el 23 de septiembre. A raíz de esta proclamación oficial por parte de la ONU, la WFD ha centrado sus esfuerzos en la celebración de la Semana Internacional de las Personas Sordas.

¿Cuál es el objetivo detrás de esta celebración?

El Día Internacional de las Personas Sordas y la Semana Internacional de las Personas Sordas tienen como objetivo sensibilizar y concienciar a la sociedad sobre las necesidades específicas de las personas sordas y la importancia de implementar programas que promuevan su inclusión en todos los ámbitos de la sociedad.

En un mundo cada vez más inclusivo, estas fechas sirven como recordatorio de la necesidad de trabajar juntos para eliminar barreras y garantizar que todas las personas, independientemente de su capacidad auditiva, tengan igualdad de oportunidades y acceso a una vida plena en la sociedad.

Más de 174.000 personas con problemas de audición en Catalunya

De acuerdo con Encuesta de discapacidad, autonomía personal y situaciones de dependencia del INE de 2022, existen más de 174.000 personas con problemas de audición en Catalunya, de las cuales, 99.000 se trata de mujeres. De estos datos se puede observar que aumentan los afectados a medida que aumenta la edad. Así pues se observa que de la franja de 65 a 79 años, hay 58.600 personas afectadas con problemas de audición, y 79.300 en el caso de personas con más de 80 años, mientras que entre los 6 y los 44 años la cifra desciende hasta los 10.100. 

Conviene fijarse en que nos encontramos con una primera franja de personas muy amplia temporalmente, de 38 años, de 6 a 44 años, donde hay una gran cantidad de personas afectadas de sordera. Y no se trata de sordera por presbiacusia, por desgaste de las células ciliadas, sino de las causadas por malformaciones, causas genéticas, infecciones, accidentes o incluso los efectos secundarios de alguna medicación.

Son sorderas normalmente graves y que afectan en etapas de la vida que pueden ser determinantes en el derecho al desarrollo del propio proyecto de vida, pues se dan durante el proceso de crecimiento, aprendizaje, desarrollo físico, social, psicológico y cognitivo, o durante los años de juventud y madurez en los que desplegamos las potencialidades para formar o no una familia, una carrera profesional un entorno social que nos determinará. 

Se trata de la más de la cuarta parte del total de personas con sordera (28'7% de los hombres, 25% de las mujeres), pero bastante significativo, por las consecuencias sociales que tiene la desatención a la que la sanidad pública mantiene audífonos, que a partir de los 26 años pierden su cobertura pública. Asimismo también observamos es cómo la prevalencia de la sordera aumenta con la edad. Por otro lado sabemos que este aumento se debe no sólo por causas asociadas al envejecimiento (presbiacusia) sino por medicación ototóxica, accidentes o enfermedades infecciosas, pero también a una higiene auditiva muy deficiente (exposición a grandes volúmenes, uso poco responsable de auriculares). 

Aunque parece claro que el incremento significativo de cada franja de edad a partir de los 65 años es claramente asociable a la presbiacusia, vemos también cómo la sordera tiene una mayor prevalencia entre las mujeres, siendo sensiblemente menor en edades tempranas pero aumentando de forma muy significativa a partir de los 65 años y más. Una de las causas que explica este hecho es la mayor esperanza de vida, por lo que al juntarse ambos factores, mayor prevalencia en las personas mayores y mayor esperanza de vida de las mujeres, da como resultado una mayor prevalencia entre las mujeres, aunque no es la única causa.

El 2.6% de los catalanes tiene alguna limitación de audición

De acuerdo con los datos del Departamento de Salut de la Generalitat de Catalunya, el 2.6% de la población catalana tiene alguna limitación en su audición, lo que significa que afecta a 205.306 personas en total. De todas ellas, 81.788, es decir, el 39.8%, pertenecen al sexo masculino, mientras que el 60.2% pertenece al femenino. 

Si se observa por el porcentaje de población, se puede seguir observando que existe mayor prevalencia de los problemas de audición entre  las mujeres que no entre los hombres, ya que mientras el 31% de las mujeres se ven afectadas, en el caso de los hombres el porcentaje desciende hasta el 21%. 

¿Se puede prevenir?

Pese a que no existe una fórmula para poder prevenirla, sí que se pueden seguir recomendaciones que puedan ayudar a prevenir la sordera, aunque seguirlos no garantiza bajo ningún concepto no sufrir nunca algún problema de audición. 

La hipoacusia, en algunos casos, puede prevenirse mediante medidas clave:

• Consejo Genético: Si existen antecedentes familiares de hipoacusia, es recomendable buscar asesoramiento genético.
• Protección contra el Ruido: Evitar la exposición excesiva al ruido, tanto en el trabajo como en el tiempo de ocio. En situaciones inevitables, se aconseja el uso de protección auditiva, como tapones para los oídos o auriculares con cancelación de ruido.
• Calendario de Vacunación: Mantener al día el calendario de vacunas para los niños, ya que algunas enfermedades pueden causar hipoacusia.
• Control del Embarazo: Durante el embarazo, es importante seguir un control adecuado y evitar el uso de medicamentos que puedan dañar al feto. Además, recibir las vacunas necesarias.
• Prevención de la Otitis: Tomar medidas para prevenir la otitis, una infección del oído, que puede causar pérdida de audición.
• Evitar Tapones de Cerumen: Evitar la acumulación de cerumen en los oídos, ya que esto puede causar problemas auditivos.