La infrafinanciación crónica amenaza la salud pública en España

En el escenario habitual de urgencias desbordadas y camas ocupadas por pacientes con afecciones respiratorias, se destaca una vez más la persistente carencia de recursos en el sistema sanitario español. Expertos en la materia subrayan que el problema central radica en la infrafinanciación, una debilidad estructural que socava la capacidad del sistema para hacer frente a la demanda estacional.

Datos proporcionados por el Ministerio de Sanidad ponen de manifiesto que España invierte 1.957 euros por habitante en sanidad pública, cifra por debajo de la media de la Unión Europea, situada en 2.342 euros. La falta de financiamiento adecuado se traduce en una escasez de recursos, reflejada claramente en la disminución de camas disponibles, colocando a España en la cuarta posición de los países con menos camas en la UE. Mientras se discuten medidas preventivas como el uso de mascarillas, los expertos insisten en la necesidad de fortalecer la atención primaria, destinando una cuarta parte del gasto sanitario a este pilar crucial.

CRECIMIENTO INSUFICIENTE

Un análisis de los presupuestos para 2024 revela un crecimiento del 4,99%, una cifra que los expertos consideran insuficiente para hacer frente a las demandas del sistema. La falta de inversión persiste como un obstáculo para proporcionar una atención integral y preventiva. Según la Federación de Asociaciones en Defensa de la Sanidad Pública (FADSP), España gasta el 7,7% de su PIB en sanidad, mientras que la media de la Unión Europea es del 8,85%. La distribución desigual entre las comunidades autónomas agrava la situación, con Madrid destinando 1.446,13 euros por habitante, mientras que Asturias y País Vasco alcanzan los 2.130 euros.

La escasez de recursos se refleja en la falta de camas, colocando a España en el cuarto lugar entre los países con menos camas en la UE, con tres por cada 1.000 habitantes, mientras la media se sitúa en cinco camas. La disminución de camas en funcionamiento entre 2010 y 2021 evidencia una tendencia decreciente que ha debilitado la capacidad del sistema sanitario.

MINISTRA

La ministra de Sanidad, Mónica García, anunció medidas como el retorno al uso obligatorio de mascarillas en centros sanitarios. Sin embargo, expertos como Javier Segura, médico salubrista, destacan la necesidad de abordar la falta de financiamiento y recursos humanos para fortalecer la atención primaria y evitar el colapso en las urgencias hospitalarias.

Leovigildo Ginel, médico de familia en Málaga, miembro de SEMERGEN, señala que la atención primaria se ve afectada por la sobrecarga, impidiendo realizar acciones preventivas. La falta de presupuesto también contribuye a la escasez de médicos, obstaculizando la calidad del servicio. Solo el 20% de los pacientes que pidieron cita con su médico de familia fueron atendidos el mismo día o al día siguiente, con una espera media de 9,48 días.

El análisis de la Federación de Asociaciones en Defensa de la Sanidad Pública revela un crecimiento presupuestario del 4,99% para 2024, insuficiente frente a las necesidades del sistema, considerando además una inflación del 3,8% en 2023. La falta de aprendizaje de la administración de la pandemia y la desaparición de recursos, como los Servicios de Urgencias de Atención Primaria (SUAP) en comunidades como Madrid, plantean desafíos persistentes.

Los expertos coinciden en que la administración debe priorizar la atención primaria, aumentar la financiación y abordar la escasez de recursos humanos para fortalecer el sistema sanitario. La falta de inversión y la persistente infrafinanciación amenazan con perpetuar el colapso anual del sistema, evidenciando la urgencia de medidas efectivas para garantizar una atención integral y preventiva.