Brote de salmonelosis: 22 afectados tras comer una tortilla en Barcelona
3 personas han necesitado atención hospitalaria de más de 24 horas
Un total de 22 personas han quedado afectadas por un brote de salmonelosis tras comer tortilla de patatas en un local de restauración de Barcelona, ha informado la Agència de Salut Pública de Barcelona (ASPB) en un comunicado de este jueves.
Tres de los afectados han requerido atención hospitalaria de más de 24 horas, y el Servei de Vigilància Epidemiològica y el Servei de Control Alimentari de la ASPB "están llevando a cabo la gestión del brote que incluye la investigación epidemiológica y de inspección sanitaria y la puesta en marcha de medidas de control".
Este martes 23 de julio la propietaria del local notificó a la ASPB un posible brote de salmonelosis cuyo origen "parece ser la ingesta de una tortilla de patatas que se sirvió el 20 de julio", es decir, el sábado de la semana pasada.
El Servei d'Epiemologia está haciendo la identificación y seguimiento de los casos e informando de las medidas de control a tener en cuenta, y por parte del Servei de Control Alimentari i Intervencions "el mismo día se informó al local que no usaran los huevos y que cambiaran de marca".
También se ha llevado a cabo una inspección en el local y se han recogido muestras que se analizarán en el laboratorio de la ASPB, que "hará seguimiento" de lo sucedido.
SALMONELOSIS
La salmonelosis es una enfermedad infecciosa causada por bacterias del género Salmonella. Es una de las principales causas de intoxicación alimentaria en todo el mundo. Los síntomas más comunes incluyen fiebre, diarrea, dolor abdominal, náuseas y vómitos, que generalmente aparecen entre 6 y 72 horas después de consumir alimentos o agua contaminados.
La infección suele transmitirse a través del consumo de alimentos como huevos crudos o poco cocidos, carne de aves, productos lácteos no pasteurizados y frutas y verduras contaminadas. Los reptiles y anfibios también pueden ser portadores de Salmonella.
Aunque la mayoría de los casos se resuelven sin tratamiento específico, en casos graves, especialmente en niños, ancianos y personas con sistemas inmunitarios debilitados, puede ser necesario el uso de antibióticos. La prevención se centra en la correcta manipulación y cocción de los alimentos, el lavado de manos y la higiene en la preparación de comidas para reducir el riesgo de infección.
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