Menos suicidios en Catalunya: baja un 2% la tasa de mortalidad en el último año
El descenso más acusado es en mujeres de 15 a 29 años, con un 20% respecto al año anterior
En 2023, según datos provisionales publicados por el Instituto Nacional de Estadística, se notificaron 626 defunciones por suicidio y autolesión de residentes en Catalunya , lo que representa una tasa estandarizada de 9,1 muertes por cada 100.000 habitantes, uno 2% menos que el año anterior. En los últimos años, Catalunya sigue presentando una tasa de suicidio inferior a la del estado.
La tasa de 9,1 por 100.000 habitantes sigue siendo superior a la que se registró antes de la pandemia, pero en 2023 se observa la primera reducción de la tasa de mortalidad por suicidio respecto a los años 2013 y 2022, cuando se alcanzaron máximos de los últimos diez años.
La mortalidad por suicidio ha oscilado durante los últimos diez años, destacando el 20% de descenso de defunciones en mujeres de 15 a 29 años. El grupo demográfico con mayor tasa de mortalidad por suicidio es el de varones mayores de 65 años, con 18,2 muertes por cada 100.000 habitantes.
Estos datos se han dado a conocer en el marco de la jornada intersectorial 'La prevención del suicidio: un compromiso de todos', que ha tenido lugar en el salón de actos del Departamento de Salud, con la asistencia de más de 200 profesionales de diferentes ámbitos, y la inauguración a cargo de la consejera de Salud, Olga Pané y Mena.
La jornada, que se organiza con motivo del Día Mundial de Prevención del Suicidio del próximo 10 de septiembre, tiene como objetivo escuchar voces expertas de diferentes departamentos de la Generalidad de Catalunya, así como de asociaciones y fundaciones, con la finalidad de compartir experiencias, aprendizajes y estrategias que permitan avanzar en la detección precoz, el abordaje y el apoyo a las personas afectadas.
A través de la implementación del primer Plan de prevención del suicidio de Catalunya 2021-2025 (PLAPRESC) , la Generalitat de Catalunya trabaja con el doble objetivo de reducir, para 2030, la tasa de tentativas y muertes por suicidio en más de uno 15% y reducir su estigma social.
Por eso, desde el PLAPRESC, Salut coordina diversas acciones para evitar muertes por suicidio a través de la prevención y la detección precoz, y abordando las conductas suicidas transversalmente. Durante la jornada de hoy, Diego Palao, coordinador del PLAPRESC, ha dado a conocer algunas cifras muy significativas en esta línea.
Código Riesgo Suicidio
El Código Riesgo Suicidio (CRS) es el proceso asistencial que define las actuaciones por el cribado y valoración clínica del riesgo de suicidio, así como la coordinación entre centros sanitarios. En casos de riesgo moderado o elevado, mediante la activación del código se establece una vía de atención y vinculación urgente de la persona afectada a un Centro de Salud Mental (CSM), donde la media de tiempo de espera es de tres días en centros infantiles y juveniles y 8 días en centros de adultos. En los CSM, los pacientes reciben atención especializada ambulatoria y seguimiento longitudinal preventivo.
En la evaluación del riesgo y el abordaje asistencial resulta de especial relevancia considerar si el paciente consulta por ideas de muerte o suicidas antes de realizar ningún acto, o bien si es atendido un superviviente después de un intento.
En 2023, según datos expuestos en la jornada, se realizó el cribado CRS en 8.123 casos atendidos por conductas suicidas, un 7% más comparado al año anterior. El incremento de casos atendidos en el marco de Código Riesgo Suicidio no se ha visto reflejado en un incremento similar en mortalidad. Pendientes de investigación científica explorando este fenómeno, se apunta la hipótesis de una mejor capacidad de detección de conductas suicidas y en las actuaciones de prevención.
Concretamente, se registraron 4.108 episodios por tentativa de suicidio en Código Riesgo Suicidio (CRS), suponiendo 52 tentativas no letales por cada 100.000 habitantes (11,25 diarias).
Un 68% de estas tentativas son mujeres (2.800 casos), y concretamente destaca la tasa en chicas de 15 a 29 años (176,3 x 100.000 hab). Sin embargo, en el grupo poblacional de mujeres se ve un decrecimiento del 5% respecto al año 2022. En hombres, en cambio, se observa un crecimiento de 7% respecto al 2022, con un total de 1.308 tentativas, 34 de éstas en menores de 15 años.
Asimismo, en el caso de las 4.015 ideaciones registradas en 2023, se observa un incremento de la tasa de estos episodios de comunicaciones y verbalizaciones de ideación suicida (51 episodios por 100.000 habitantes). Esta capacidad de detección precoz antes de realizar un intento o tentativa real posibilita que los equipos clínicos actúen de forma más preventiva y efectiva.
Por lo que respecta al año 2024, con datos provisionales del primer semestre, se han registrado en su conjunto 1.751 episodios de ideación y 1.487 episodios de tentativa. Por segundo semestre consecutivo, se consolida una mayor prevalencia de episodios de ideación.
Las activaciones
En 2023, se confirmó clínicamente la necesidad de un seguimiento preventivo en 7.300 casos de los 8.123 atendidos (90% de activaciones del código respecto al total de episodios). En 3.607 de estos casos, se valoró clínicamente un alto riesgo de tentativa en el momento de atención. Los principales factores de riesgo presentes en este cribado son los sentimientos de desesperanza y los eventos vitales estresantes.
Considerando el conjunto de casos atendidos en los últimos 5 años (2019-2023), se ha observado que en un 4,7% de los casos atendidos por ideación suicida se registra una tentativa en CRS en los 6 meses posteriores a la actuación. Y al mismo tiempo, en CRS se observa una segunda tentativa a los 6 meses en un 7,8% de los casos atendidos anteriormente por una primera tentativa.
En base a los estudios científicos de referencia, se calcula que por cada suicidio existen entre 10 y 30 tentativas, y que por cada suicidio en la adolescencia esta cifra aumenta hasta entre 100 y 200 tentativas. Por cada muerte por suicidio, quedan afectadas entre 6 y 10 familiares y amigos íntimos, pero el impacto real se extiende a un círculo social mucho más amplio, afectando de media a 135 personas conocidas.
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