La ciencia determina la edad 'oficial' para morir de viejo

Según el modelo de supervivencia de Gompertz, el riesgo de muerte por causas naturales aumenta exponencialmente con la edad

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Imagen de recuso de un anciano. Archivo.
La ciencia determina la edad 'oficial' para morir de viejo | Europa Press

 

La ciencia ha buscado desde hace mucho tiempo determinar hasta qué punto podemos prolongar nuestras vidas y qué factores influyen en este proceso inevitable del envejecimiento. Si bien es difícil establecer una "edad oficial" para morir de viejo, se sabe que la esperanza de vida varía considerablemente entre diferentes partes del mundo, lo que permite trazar algunas pautas interesantes sobre el envejecimiento y la longevidad.

En España, el país de la Unión Europea con mayor esperanza de vida, se estima que las personas alcanzan, en promedio, los 83 años. Este dato sitúa a España como líder en longevidad, superando la media europea, que ronda los 80 años, y la expectativa global, fijada en 73 años. Sin embargo, no todos los lugares del mundo gozan de estas cifras. En países como Chad, la esperanza de vida apenas supera los 55 años, debido a factores como las enfermedades infecciosas y las condiciones de vida adversas.

Japón, por otro lado, es uno de los referentes mundiales en cuanto a longevidad. En la isla de Okinawa, por ejemplo, es común encontrar personas que superan el umbral de los 100 años, lo que ha llamado la atención de la ciencia y ha llevado a estudios sobre los secretos de su estilo de vida.

El envejecimiento, aunque inevitable, no sigue un ritmo uniforme para todas las personas. Según el modelo de supervivencia de Gompertz, el riesgo de muerte por causas naturales aumenta exponencialmente con la edad. La ciencia ha demostrado que el envejecimiento celular y la disminución de la capacidad del cuerpo para repararse son factores clave que aumentan la vulnerabilidad ante enfermedades cardiovasculares, cáncer e infecciones.

A pesar de estos riesgos, la esperanza de vida continúa mejorando, impulsada por los avances médicos y el desarrollo de estilos de vida más saludables. Factores como una dieta equilibrada, ejercicio regular y la abstinencia del tabaquismo y el alcohol son determinantes para alcanzar una longevidad mayor. Además, la genética juega un papel esencial, aunque aún no se ha establecido un consenso sobre cuál es la longevidad máxima que un ser humano puede alcanzar. Algunos científicos estiman que el límite podría situarse entre los 115 y 150 años.

En cuanto al futuro de la esperanza de vida en España, las proyecciones son optimistas. Según el INE, para el año 2035, los hombres españoles podrían vivir hasta los 83,2 años y las mujeres hasta los 87,7 años. Si la tendencia continúa, en 2071 se espera que los hombres alcancen los 86 años y las mujeres los 90 años, lo que supondría una mejora significativa respecto a los datos actuales.

En resumen, aunque la ciencia no ha podido establecer un límite preciso para la longevidad humana, los avances médicos y las mejoras en los estilos de vida permiten vislumbrar un futuro en el que las personas puedan vivir más tiempo y con una mayor calidad de vida. Mientras tanto, España se mantiene como uno de los países más longevos del mundo, un reflejo de las buenas condiciones de salud y bienestar que predominan en el país.

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