¿Semaglutida o liraglutida? ¿Qué medicamento es más eficaz para perder peso?

Ambos medicamentos contribuyen a reducir los niveles de azúcar en la sangre y son usados por pacientes que padecen de obesidad

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Un paciente con sobrepeso en una consulta. Foto: QuirónSalud

 

Un reciente estudio de la Clínica Cleveland (EE.UU.) ha analizado la eficacia de los medicamentos semaglutida y liraglutida para la pérdida de peso a largo plazo en pacientes con obesidad, que fueron tratados también por diabetes tipo 2. Los resultados, publicados en la revista JAMA Network Open, revelan detalles clave sobre cómo factores como la dosis, la persistencia con el tratamiento y la indicación de tratamiento afectan los resultados de pérdida de peso.

Ambos medicamentos, semaglutida (comercializada como Wegovy y Ozempic) y liraglutida (bajo las marcas Saxenda y Victoza), son agonistas del receptor del péptido similar al glucagón 1 (GLP-1 RA) y están diseñados para reducir los niveles de azúcar en sangre y promover la pérdida de peso.

 

Factores clave en la pérdida de peso a largo plazo

El estudio incluyó a 3.389 pacientes adultos con obesidad que comenzaron el tratamiento con semaglutida o liraglutida entre el 1 de julio de 2015 y el 30 de junio de 2022. El seguimiento se completó en julio de 2023. Los resultados mostraron que la reducción de peso a largo plazo varió considerablemente dependiendo de varios factores:

  • El principio activo del medicamento: En promedio, los pacientes tratados con semaglutida experimentaron una pérdida de peso del -5,1%, mientras que los tratados con liraglutida solo lograron un -2,2%.
  • La dosis: Los pacientes que recibieron una dosis alta de semaglutida o liraglutida tuvieron una pérdida de peso media del -6,6%, frente al -3,5% en aquellos que recibieron dosis bajas.
  • La indicación del tratamiento: Los pacientes tratados para la obesidad lograron una pérdida de peso media del -5,9%, en comparación con el -3,2% en aquellos tratados para la diabetes tipo 2.
  • La persistencia con el tratamiento: Los pacientes que continuaron tomando su medicación durante al menos un año perdieron un -5,5% de su peso, frente al -2,8% en aquellos con una cobertura de medicación de entre 90 y 275 días, y -1,8% en quienes tuvieron menos de 90 días de cobertura.

 

Resultados más significativos en pacientes persistentes

Uno de los hallazgos más importantes del estudio es la relación entre la persistencia con el tratamiento y el éxito en la pérdida de peso. Entre los pacientes que continuaron con su medicación durante un año, la reducción promedio en el peso corporal fue de -12,9% en aquellos que tomaron semaglutida para la obesidad, comparado con -5,9% en los que recibieron semaglutida para la diabetes tipo 2. En los pacientes tratados con liraglutida, la pérdida de peso fue de -5,6% para la obesidad y -3,1% para la diabetes tipo 2.

 

Lograr una pérdida de peso del 10% o más

Los estudios han demostrado que una pérdida de peso sostenida del 10% o más tiene beneficios significativos para la salud. En este estudio, el 37,4% de los pacientes tratados con semaglutida para la obesidad lograron una reducción de peso del 10% o más, frente al 16,6% de los pacientes tratados con semaglutida para la diabetes tipo 2. En el caso de los pacientes tratados con liraglutida, solo el 14,5% de los pacientes para la obesidad y el 9,3% para la diabetes tipo 2 lograron este objetivo.

Entre los pacientes que persistieron con el tratamiento durante 12 meses, el porcentaje de aquellos que lograron una reducción de peso del 10% o más fue del 61% en los que recibieron semaglutida para la obesidad, frente al 23,1% con semaglutida para la diabetes tipo 2, y del 28,6% con liraglutida para la obesidad, frente al 12,3% con liraglutida para la diabetes tipo 2.

 

Factores asociados con una mayor pérdida de peso

El análisis multivariable del estudio identificó varios factores que aumentan la probabilidad de lograr una pérdida de peso del 10% o más, entre ellos:

  • El uso de semaglutida en lugar de liraglutida.
  • La administración de una dosis alta en lugar de baja.
  • La obesidad como indicación de tratamiento frente a la diabetes tipo 2.
  • La persistencia con el tratamiento durante al menos un año.
  • Un IMC inicial más alto.
  • Ser mujer en lugar de hombre.

 

Conclusiones del estudio

El doctor Hamlet Gasoyan, autor principal del estudio, destacó que los hallazgos pueden ayudar a informar a pacientes y profesionales de la salud sobre los factores clave que pueden influir en la pérdida de peso sostenida. “La persistencia es clave para lograr resultados significativos”, aseguró Gasoyan, quien también resaltó la importancia de disponer de datos del mundo real para gestionar las expectativas de los pacientes respecto a la reducción de peso con estos medicamentos.

Este estudio proporciona información valiosa para aquellos que buscan un tratamiento efectivo para la obesidad, subrayando la importancia de la adherencia al tratamiento y la elección del medicamento adecuado para obtener los mejores resultados a largo plazo.

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