Los cinco virus que están dificultando el invierno a la sanidad española

El invierno de 2025 está siendo especialmente difícil para los servicios de salud en España debido a la coincidencia de varios virus que están afectando a gran parte de la población. Esta situación ha generado una saturación significativa en hospitales y centros de atención primaria, complicando el acceso a la atención médica oportuna.

La gripe sigue siendo protagonista

Entre los virus más prevalentes se encuentra la gripe, que este año está circulando en sus tipos A y B. Los síntomas más frecuentes son fiebre, escalofríos, dolor de cabeza, dolores musculares, tos y fatiga. La enfermedad puede prolongarse entre siete y diez días, y el tratamiento se centra en aliviar los síntomas y controlar la fiebre, ya que no existe una cura específica.

Norovirus, un enemigo recurrente

Otro virus que está causando estragos es el norovirus, conocido por ser una causa común de gastroenteritis. Los afectados presentan fiebre, diarrea, vómitos, dolor abdominal, dolor de cabeza y molestias musculares. Aunque los síntomas suelen durar entre 48 y 72 horas, el malestar es intenso y puede llevar a la deshidratación, especialmente en niños y personas mayores. El tratamiento recomendado incluye una adecuada hidratación y el uso de paracetamol para aliviar la fiebre y el malestar general.

La variante XEC de COVID-19

La variante XEC de COVID-19, descendiente de ómicron, sigue siendo una preocupación importante. Esta variante produce síntomas como fiebre moderada, tos y malestar general. Aunque la mayoría de los casos son leves, el riesgo sigue siendo alto para grupos vulnerables, como ancianos y personas con enfermedades preexistentes. Esto mantiene la presión sobre los servicios sanitarios, ya que los grupos de riesgo suelen requerir atención más intensiva.

El rinovirus y el resfriado común

El rinovirus, una de las principales causas del resfriado común, también está contribuyendo a la alta incidencia de enfermedades respiratorias. Los síntomas más comunes incluyen congestión nasal, estornudos, dolor de garganta, secreción nasal y malestar general, aunque no suele causar fiebre ni escalofríos. La duración de esta infección es relativamente corta, entre tres y cuatro días, y el tratamiento es puramente sintomático, con reposo y medicamentos para aliviar las molestias.

El virus respiratorio sincitial (VRS)

El virus respiratorio sincitial (VRS) completa la lista de infecciones predominantes este invierno. Este virus afecta principalmente a bebés y ancianos, y puede causar cuadros graves en los primeros. Los síntomas incluyen rinorrea, fiebre, tos, estornudos, dificultad respiratoria y, en algunos casos, sibilancias. Afortunadamente, gracias a la introducción de la vacuna infantil, se ha logrado una reducción de hasta el 90 % en los casos graves en niños. Sin embargo, sigue siendo una preocupación para los adultos mayores y las personas con enfermedades respiratorias crónicas.

Infecciones encadenadas y su impacto

La saturación del sistema sanitario no solo se debe a la incidencia individual de estos virus, sino también a la posibilidad de encadenar infecciones. Muchas personas están sufriendo varias infecciones consecutivas o incluso simultáneas, como la gripe seguida de un resfriado, lo que prolonga su recuperación y complica los diagnósticos. A esto se suma que el 70 % de las infecciones respiratorias son de origen viral, mientras que el 30 % restante corresponde a infecciones por hongos, como el Aspergillus, o bacterias, como el Streptococcus pneumoniae, responsable de muchas neumonías.

La necesidad de medidas preventivas

La coincidencia de estos cinco virus está generando una situación excepcional en los servicios de salud de España, con un impacto notable en la capacidad de atender a los pacientes con rapidez y eficacia. Es crucial mantener medidas de prevención, como la higiene adecuada y la vacunación, para reducir el impacto de estas enfermedades en la población y en el sistema sanitario.