Aumento alarmante de la garrapata "Hyalomma lusitanicum" en Cataluña
Expertos alertan sobre el riesgo para la salud pública y la falta de acciones por parte de las autoridades frente a esta proliferación en la región
Los expertos han alertado sobre el notable aumento de la presencia de la garrapata Hyalomma lusitanicum en toda Cataluña, especialmente en la zona de Barcelona. Este ácaro ha sido detectado en 101 municipios, 55 de ellos en las comarcas de Barcelona, según un estudio publicado en diciembre en el Boletín de la Institución de Historia Natural. Entre los municipios afectados se encuentran Badalona, Sant Adrià de Besòs y Badia del Vallès. En comparación con los datos de hace dos años, cuando se detectó la garrapata en solo 31 municipios, el crecimiento ha sido considerable. Los autores del estudio, Carlos Pradera y Agustín Estrada-Peña, advierten que la presencia de esta garrapata representa un “alto riesgo para la salud pública” debido a que puede transmitir diversas enfermedades. Además, lamentan la falta de intervención por parte de las autoridades en los últimos dos años y subrayan que ya en 2022 habían alertado sobre la necesidad de implementar un programa de monitorización para evaluar el alcance de esta plaga.
Adaptación al territorio
El estudio evidencia que esta especie se ha adaptado eficazmente al entorno mediterráneo y a su vegetación, y que las hembras pueden poner varios miles de huevos. Su proliferación se debe a las condiciones favorables y a la creciente presencia de especies huéspedes como el jabalí y el conejo. Según el informe, estas dos especies conforman un “binomio ideal de huéspedes”. Las larvas y ninfas de la garrapata se alimentan de conejos, mientras que los adultos lo hacen de ungulados tanto domésticos como salvajes, como el corzo. En cuanto a los humanos, aunque las picaduras causan principalmente dolor y molestias, también representan un riesgo de enfermedades graves, como la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo. El Canal Salut de la Generalitat advierte que las garrapatas pueden estar infectadas con patógenos y transmitirlos durante la alimentación, lo que puede ocasionar enfermedades como la fiebre botonosa, la enfermedad de Lyme, la fiebre recurrente, la encefalitis transmitida por garrapatas, babesiosis, tularemia y fiebre hemorrágica de Crimea-Congo, entre otras.
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