La presencia de microplásticos en el cerebro humano se dispara un 50% en los últimos 8 años
¿Qué implicaciones tiene para la salud neurológica?
La contaminación por microplásticos en el cuerpo humano es un problema cada vez más preocupante, y ahora, un nuevo estudio publicado en Nature Medicine ha revelado que estas partículas han sido encontradas en el cerebro humano con niveles en aumento en los últimos años. La investigación, liderada por el profesor Matthew Campen de la Universidad de Nuevo México, analizó muestras de tejido cerebral, hepático y renal de personas fallecidas entre 1997 y 2024, encontrando que la concentración de microplásticos es mucho mayor en el cerebro en comparación con otros órganos.
Los investigadores examinaron tejidos de autopsias realizadas en diferentes periodos y encontraron una clara tendencia al alza en la presencia de microplásticos. En particular, los datos mostraron que los niveles de estas partículas en el cerebro han aumentado aproximadamente un 50% solo en los últimos ocho años, reflejando el crecimiento de la contaminación ambiental por plásticos. Además, los microplásticos también fueron detectados en el hígado y los riñones, aunque en menores concentraciones.
Uno de los hallazgos más inquietantes es que los cerebros de personas con demencia presentaban hasta seis veces más microplásticos que aquellos sin la enfermedad. No obstante, los investigadores advierten que esto no implica necesariamente que los microplásticos causen demencia, sino que los daños cerebrales podrían estar facilitando su acumulación.
El estudio identificó que el plástico más común en los cerebros analizados era el polietileno, un material ampliamente utilizado en bolsas y envases de alimentos. Estas partículas llegan al organismo a través de la alimentación, el agua e incluso el aire que respiramos. Investigaciones previas han detectado microplásticos en la sangre, la placenta y la médula ósea, lo que confirma que la contaminación plástica ha invadido prácticamente todos los sistemas del cuerpo humano.
Los expertos advierten que aún se desconoce el impacto exacto de los microplásticos en la salud, pero estudios en animales sugieren que pueden bloquear vasos sanguíneos y causar daños neurológicos. Además, algunas investigaciones han vinculado la exposición a microplásticos con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, accidentes cerebrovasculares y trastornos del sistema inmunológico.
La profesora Tamara Galloway, de la Universidad de Exeter, enfatizó la importancia de reducir la contaminación ambiental para minimizar la exposición humana a los microplásticos. Según Galloway, el aumento en la producción y uso de plásticos está directamente relacionado con su creciente presencia en el cuerpo humano, lo que representa un fuerte incentivo para desarrollar materiales alternativos y regulaciones más estrictas sobre su uso.
Por su parte, el profesor Oliver Jones, de la Universidad RMIT en Australia, destacó que si bien los hallazgos son preocupantes, el número de muestras estudiadas aún es limitado y se necesitan más investigaciones para comprender completamente los efectos de los microplásticos en el cerebro y la salud en general.
Este estudio subraya la necesidad urgente de tomar medidas para reducir la contaminación plástica y comprender mejor sus posibles consecuencias en la salud humana. A medida que la producción de plástico sigue en aumento, la exposición a estas partículas podría convertirse en una crisis de salud global en las próximas décadas.
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