Más de 28.000 personas enferman o mueren en España cada año por motivos medioambientales
Es según un informe elaborado por Sanitas y el Instituto de Biodiversidad y Medioambiente (BIOMA) de la Universidad de Navarra
En torno a 28.200 personas enferman o mueren en España cada año por motivos medioambientales, como la contaminación del aire, las olas de calor, la falta de zonas verdes o una movilidad urbana poco sostenible, según un informe elaborado por Sanitas y el Instituto de Biodiversidad y Medioambiente (BIOMA) de la Universidad de Navarra.
"El estudio ha analizado el impacto de ocho parámetros ambientales urbanos en la salud de la población: calidad del aire, temperaturas extremas, zonas verdes, movilidad urbana, agua, contaminación acústica, contaminación lumínica y seguridad urbana. Y se han evaluado tanto los riesgos como el potencial de mejora", ha declarado la investigadora Ana Sánchez-Ostiz, del Instituto BIOMA y catedrática en la Universidad de Navarra.
De todos los factores, la contaminación del aire se erige como la principal responsable, acumulando el 89 por ciento del peso promedio a la hora de calcular el índice Harmony, un sistema de monitorización creado por investigadores del Instituto BIOMA a través del cual se puede conocer el impacto ponderado de los cuatro elementos mencionados.
Además, es el principal factor urbano que más impacta en la salud, manifestándose a través de enfermedades como el cáncer de pulmón, los infartos o los accidentes cerebrocardiovasculares.
Las olas de calor se encuentran en segunda posición, con un impacto en la morbimortalidad del 9,1 por ciento; si solo se tiene en cuenta la morbilidad el peso de los factores calidad del aire y olas de calor en España alcanza el 44 y el 47 por ciento, respectivamente, lo que "subraya la importancia" de abordar ambas causas en la planificación urbana.
Cabe destacar que, en el verano de 2022, se produjeron 11.000 muertes por calor extremo en España, unas cifras "especialmente significativas" en las poblaciones más vulnerables, como los ancianos, los menores y los enfermos crónicos.
"Cualquier factor externo es susceptible de afectar a la salud de las personas en ámbitos tan fundamentales como la salud cardiovascular, pulmonar o mental. Por este motivo es imprescindible llevar a cabo prácticas preventivas no solo a nivel individual, adoptando hábitos saludables, sino también a través de políticas generales de protección del entorno", ha indicado la directora de Gobierno Clínico y Docencia de Sanitas Hospitales y Bupa Perú, Sonia Gutiérrez.
Los científicos también han analizado la falta de espacios verdes en las ciudades, lo que genera problemas como estrés, ansiedad y obesidad, además de repercutir en la salud mental y física de los habitantes; aumentar un 30 por ciento la presencia de árboles en las áreas urbanas "podría prevenir más de 2.600 muertes" al año en Europa.
Del mismo modo, promover el uso de bicicletas y caminar en las ciudades europeas no solo reduciría el tráfico, sino que podría evitar hasta un 11 por ciento de las muertes por enfermedades cardiovasculares, y disminuir la contaminación, mejorar la calidad del sueño o reducir el ruido.
"No se trata de analizar solo la calidad del aire o la presencia de zonas verdes. Lo que hemos identificado es que estos factores se mezclan y afectan a la salud. Por lo tanto, es fundamental trabajar en un contexto integral", ha explicado el director del Instituto BIOMA y catedrático en la Universidad de Navarra, Jesús Miguel Santamaría.
Por su parte, la directora de Sostenibilidad y Asuntos Corporativos de Sanitas y Bupa Europa y Latinoamérica, Yolanda Erburu, ha recalcado que para lograr una sociedad más saludable es "imprescindible" que el entorno en el que viven las personas "también esté sano", razón por la que llevan "años trabajando para reducir emisiones de gases de efecto invernadero, mejorar la gestión de nuestros residuos y promover la salud de las personas y del medio ambiente" a través de diversas acciones.
"Las conclusiones de este estudio, que ha analizado más de 200 investigaciones científicas, nos recuerda por qué es importante seguir avanzando en este camino. El principal hallazgo es comprobar, una vez más, que nos va la salud en ello", ha concluido.
Los investigadores esperan que los resultados del informe contribuyan a impulsar el diseño "saludable y sostenible" de las ciudades pues, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 23 por ciento de la mortalidad mundial es ya consecuencia de factores medioambientales, especialmente en los entornos urbanos.
El documento también recoge posibles estrategias con las que reducir el impacto de cada uno de estos factores para hacer las ciudades más saludables y sostenibles.
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