España fue el segundo país con la tasa de fertilidad más baja de la Unión Europea en 2023, con 1,12 nacimientos por mujer, sólo por detrás de Malta (1,06), mientras que Lituania ostenta el tercer puesto con 1,18 nacimientos.
En el lado contrario de la tabla, Bulgaria registró la tasa de fertilidad más alta de 2023, con 1,81 nacimientos, seguida de Francia (1,66) y Hungría (1,55).
En la mayoría de los países de la UE, la tasa global de fertilidad disminuyó considerablemente entre 1980 y la década de los 2000 hasta alcanzar su mínimo entre 2000 y 2003, cuando se registró un repunte en muchos de los países de la UE.
En 1970, la disparidad entre las tasas más altas (registradas en Irlanda) y las más bajas (registradas en Finlandia) era de alrededor de 2 nacimientos por mujer, mientras que en 1990, esta diferencia --entre la máxima en Chipre y la mínima en Italia, se redujo a 1,1 nacimientos.
En 2010, la diferencia había vuelto a caer a 0,8 nacidos por mujer, con máximos registrados en Irlanda y una tasa mínima en Hungría y en 2022, la diferencia se redujo a 0,7, pero en 2023 aumentó a 0,8, cuando la tasa de fertilidad más alta se registró en Bulgaria y la más baja, en Malta.
Además, la edad media de las mujeres en el momento del parto en la UE ha aumentado entre 2001 y 2023, pasando de una media de 29 a 31,2 años. La misma tendencia se observa en la edad media de las mujeres en el momento del nacimiento del primer hijo durante el mismo período, pasando de un valor de 28,8 en 2013 (el primer año para el que se dispone del valor de la UE) a 29,8 en 2023.
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