El Defensor del Pueblo exige que las presas puedan dar a luz en el hospital sin vigilancia por "ausencia de peligro"

El Mecanismo Nacional de Prevención ha instado a la Policía Nacional a garantizar el derecho de las presas a tener una persona acompañante elegida por ellas durante el parto y el postparto en el hospital, como ocurre con la población general.

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El Mecanismo Nacional de Prevención ha instado a la Policía Nacional a garantizar el derecho de las presas a tener una persona acompañante elegida por ellas durante el parto y el postparto en el hospital, como ocurre con la población general. | RODNAE PRODUCTIONS

El Defensor del Pueblo ha emitido una recomendación en la que insta a la Dirección General de la Policía a permitir que las presas puedan dar a luz en el hospital sin la presencia de agentes de seguridad. Esta sugerencia ha sido incluida en un informe que supervisa la actividad de la Administración Penitenciaria.

 

Según el informe, el departamento dirigido por Ángel Gabilondo considera que la medida actualmente vigente no es necesaria debido a la "ausencia de peligro" que representa la presencia de las reclusas en el centro médico o para el personal que allí trabaja. Además, se destaca que permitir que las presas den a luz sin ser vigiladas por la policía contribuiría a "preservar su dignidad y su intimidad personal".

 

En su balance de 2022, el Defensor del Pueblo ha incorporado la petición que ha surgido a raíz de las quejas presentadas por varias internas de la Unidad de Madres del Centro Penitenciario de Alicante. El departamento dirigido por Ángel Gabilondo ha indicado que, aunque es necesario contar con un protocolo de seguridad policial en las unidades de custodia hospitalaria, donde acuden presos que no pueden ser atendidos en los módulos de enfermería de sus centros penitenciarios debido a su dolencia o problema de salud, en el momento del parto no existe ninguna razón de seguridad que justifique la presencia de los agentes de seguridad.

 

El Defensor del Pueblo ha subrayado que la privacidad y la dignidad de las internas deben ser preservadas durante el parto, y que la presencia de los agentes de seguridad en esos momentos puede resultar invasiva e innecesaria.

 

FALTA DE ATENCIÓN A SUS NECESIDADES

 

En las reuniones y entrevistas mantenidas por el Mecanismo Nacional de Prevención (MNP), que depende del Defensor del Pueblo, con distintas gestantes en prisión, se han recibido numerosas quejas sobre el trato que han recibido las reclusas durante el embarazo. En particular, se ha destacado la falta de atención a sus necesidades, como la alimentación y el ejercicio físico, así como la falta de preparación para el parto, la intimidad y la confidencialidad.

 

Aunque el parto de las presas se lleva a cabo siempre en el hospital público de referencia, las principales quejas de las internas están relacionadas con la falta de intimidad debido a la presencia de los agentes de seguridad. Además, muchas internas experimentan estados de tristeza y malestar emocional debido a la falta de apoyo familiar durante la hospitalización posterior al parto.

 

El Mecanismo Nacional de Prevención ha instado a la Policía Nacional a garantizar el derecho de las presas a tener una persona acompañante elegida por ellas durante el parto y el postparto en el hospital, como ocurre con la población general. En este sentido, el MNP ha señalado que es fundamental garantizar que las internas tengan acceso a un parto digno y respetuoso con sus derechos fundamentales, y que se les proporcione el apoyo emocional y físico necesario durante este momento tan importante.

 

IMPLICACIÓN DE LOS PADRES

 

El informe del Defensor del Pueblo también destaca la difícil situación que enfrentan las madres en prisión y sus hijos. Según el informe, las mujeres tienen más dificultades para cumplir su condena en cárceles cercanas a sus familias debido a la menor cantidad de cárceles disponibles para mujeres en comparación con las de hombres. Además, el informe señala que la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias solo cuenta con dos unidades de madres en las que residen madres con hijos menores de tres años. Esto significa que muchas mujeres tienen que abandonar a otros hijos en su lugar de origen para poder permanecer en prisión con sus hijos menores de tres años.

 

En una visita a la unidad de madres en Alicante, el Mecanismo Nacional de Prevención (MNP) verificó que la situación de maternidad en la residencia implica una gran concentración de los cuidados físicos, emocionales y asistenciales del menor por parte de la madre en solitario, sin posibilidad de apenas implicación del padre. Por lo tanto, el MNP ha solicitado a Prisiones que se establezcan medidas de comunicación y convivencia frecuentes que faciliten la implicación de los padres en el cuidado, atención y responsabilidad de sus hijos.

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