Marta Rovira delatada por un audio que la vincula a Tsunami Democràtic

En una revuelta de acontecimientos judiciales, Marta Rovira, secretaria general de ERC, enfrenta una nueva controversia al ser imputada por su presunta implicación en la organización de los disturbios provocados por la plataforma Tsunami Democràtic en Cataluña en otoño de 2019. Este episodio se enlaza de manera directa con la condena de los líderes del intento separatista de 2018, y los hechos han sido catalogados preliminarmente por el juez como delitos de terrorismo.

La acusación pivota en la acreditación de que Rovira se oculta detrás del alias 'Matagalls' en conversaciones de chats cifrados. La Guardia Civil no intervino las aplicaciones directamente, sino que obtuvo acceso al contenido a través de capturas de pantalla almacenadas en el teléfono de Josep Lluis Alay, colaborador cercano de Carles Puigdemont. Este dispositivo fue incautado por un juez barcelonés en el marco de una investigación que abarcaba, entre otros aspectos, la presunta malversación de fondos públicos para el movimiento independentista catalán.

Entre los indicios manejados por la Guardia Civil, destaca un audio exclusivo de ABC donde los agentes reconocen la voz de Marta Rovira. Fechado el 4 de septiembre de 2019, el audio, enviado por 'Matagalls' a Alay, aborda detalles de una reunión en Ginebra, siendo la voz en cuestión catalogada como "claramente femenina" y atribuida con "mucha probabilidad" a Rovira.

Este audio, contextualizado en la organización de actividades de Tsunami Democràtic, refuerza la teoría de la participación activa de Rovira en la coordinación de movimientos. Su papel, según los informes, habría sido crucial al actuar como puente entre la respuesta en las calles y el respaldo político de partidos como ERC.

Aunque la causa está en sus primeras etapas y se esperan peritajes futuros, la conclusión actual sugiere que la voz en el audio pertenece a Rovira. Ante este escenario, la política ha emprendido acciones legales, revelando que Íñigo Iruín será su abogado y solicitando su personación en la causa ante el juez Manuel García Castellón. Además, ha buscado anular la petición a Suiza para localizar su domicilio, preparándose para cualquier desarrollo legal subsiguiente si el Tribunal Supremo decide asumir la causa.

En medio de esta trama judicial compleja, la figura de Marta Rovira se encuentra en el epicentro de un enigma que entrelaza elementos políticos, judiciales y simbólicos, planteando interrogantes sobre el futuro de la líder política en la escena catalana.