Ultimátum Papal: 400 sacerdotes en riesgo de expulsión por desafiar órdenes del Papa
La comunidad, dividida geográfica y litúrgicamente, desafía las directrices papales, marcando un conflicto eclesiástico de magnitudes no vistas desde 1988.
En una inusual disputa eclesiástica en una diócesis de la India, el Papa Francisco establece un ultimátum que vence el 25 de diciembre para resolver un conflicto entre sacerdotes de la Iglesia católica de rito siro-malabar. La tensión alcanzó su punto álgido cuando el enviado papal fue recibido con una lluvia de huevos, y la policía tuvo que intervenir para proteger a sacerdotes en sus parroquias.
El conflicto gira en torno a la resistencia de unos 400 sacerdotes a seguir el nuevo rito de la misa impuesto por los obispos en 2021 y confirmado por el Papa. Este enfrentamiento, que podría resultar en la expulsión de los sacerdotes rebeldes, representa la amenaza de un cisma en la Iglesia católica, algo no visto desde 1988.
La comunidad, dividida geográficamente y con raíces caldeas, busca mantener sus tradiciones litúrgicas, desafiando las directrices vaticanas. La Iglesia siro-malabar, con cuatro millones y medio de creyentes, es una de las 24 Iglesias orientales en el rito católico y tiene sus orígenes en la predicación del apóstol Santo Tomás en la India.
El conflicto se centra en la nueva liturgia establecida en 2021 por el sínodo de la Iglesia siro-malabar, que unificó el ritual de la misa. En los años sesenta del siglo XX, el Concilio Vaticano II instó a estas Iglesias a regresar a sus tradiciones originales, eliminando elementos latinos. Sin embargo, la resistencia a estos cambios ha generado tensiones, especialmente en la diócesis principal de Ernakulam-Angamaly.
El Papa Francisco, a través de una videoadvertencia, ha instado a los sacerdotes a cumplir con las decisiones del sínodo y a evitar el cisma. De los 435 sacerdotes en la diócesis, solo doce han aceptado la petición del Papa hasta ahora. La comunidad de rebeldes, que podría llegar a unas 450,000 personas, constituye el 10% de los creyentes siro-malabares.
La situación se complica por acusaciones de falsedad sobre las cartas enviadas por el Papa y la negativa de los sacerdotes rebeldes a aceptar el nuevo rito, argumentando que el Papa no está correctamente informado del problema. La disputa, que involucra aspectos litúrgicos y de orgullo, presenta un desafío significativo para la Iglesia católica y el Papa Francisco, quien busca mantener la unidad en medio de este enfrentamiento interno.
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