Las mutuas podrán dar el alta a los pacientes tras el aumento de bajas laborales
El consentimiento previo del trabajador será imprescindible, y la Seguridad Social tendrá la autoridad final para decidir sobre el alta
El año pasado, se registraron más de ocho millones de bajas laborales, con un coste cercano a los 14.000 millones de euros. Este panorama ha llevado a la Seguridad Social a reconocer que las mutuas de accidentes de trabajo están mejor equipadas para supervisar las ausencias laborales, especialmente aquellas de origen traumatológico, que representan la mayoría de las bajas en España.
La comunicación, la cual ya ha sido compartida con empresarios y sindicatos, detalla que estos convenios se limitan a los casos de incapacidad temporal (IT) derivados de patologías musculoesqueléticas de origen traumatológico. Estas patologías se especificarán en el convenio, y la cobertura estará a cargo de las mutuas, todo con el objetivo de facilitar la pronta recuperación de la salud del trabajador.
La Seguridad Social pretende que la intervención de las mutuas se produzca en los procesos de incapacidad que exceden la duración prevista, siempre con el consentimiento del paciente.
Por esta razón, las mutuas han estado ofreciendo durante años asistencia sanitaria en este ámbito, donde tienen especialización, y emitiendo altas médicas en casos de enfermedad común y accidentes no laborales.
UN PLAZO DE CINCO DÍAS
A pesar de la solicitud de las mutuas, las altas médicas seguirán siendo responsabilidad de los médicos de la Seguridad Social. Esto queda claro en la comunicación emitida por el Ministerio, donde se especifica que si las mutuas consideran que el trabajador está en condiciones de recibir el alta, los servicios de salud de las comunidades autónomas responderán a esa solicitud en un plazo de cinco días. Para este propósito, se establecerá una comisión de seguimiento que revisará la nueva hoja de ruta semestralmente.
El nuevo enfoque tiene como meta agilizar la recuperación de la salud del trabajador y evitar la pérdida de sueldo cuando trabaje en una empresa que no complemente el 100% de la prestación por incapacidad temporal (IT). Además de reducir el gasto público, el cual es el segundo más alto después de las pensiones.
A pesar del avance logrado por la nueva titular de la Seguridad Social, las mutuas han expresado su preocupación por haber estado reclamando su participación en los procesos durante años.
En el transcurso del año 2023, se registraron más de 8,2 millones de bajas, y el coste total del absentismo alcanzó los 142.000 millones de euros, según datos proporcionados por AMAT, la patronal de las mutuas, adelantados por ABC.
El impacto económico de las bajas por enfermedad no se limita solo al monto de las prestaciones por incapacidad temporal que abonan la Seguridad Social y las mutuas. También conlleva un coste directo e indirecto para las empresas.
GRAN DESEMBOLSO EN LAS BAJAS DE 2023
En 2023, del gasto total en bajas, 13.828 millones de euros correspondieron al coste de las prestaciones de la Seguridad Social. A esto se añaden 12.507 millones de euros en costes directos asumidos por las empresas afectadas, mientras que otros 116.445 millones de euros representan los costes indirectos adicionales.
La suma de estos importes relacionados con el absentismo y sus repercusiones es aproximadamente 25.000 millones de euros más alta que en 2022. Esta disparidad ha generado gran preocupación, no solo entre los empresarios, sino también entre los gestores de la Seguridad Social. Es alarmante considerando que el desequilibrio laboral ha casi duplicado su magnitud en un período de cinco años.
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