España, el país de la UE con un mayor crecimiento de inmigración cada año

En los últimos años, España ha experimentado un notable aumento en su población, situándose a la cabeza de la Unión Europea (UE) en términos de crecimiento demográfico debido a la inmigración, tal y como ha recogido Voz Populi. Esto ha tenido un impacto importante en la demografía del país, pero también en diversos aspectos sociales y económicos.

Durante el último año, España ha registrado un incremento poblacional de más de medio millón de personas, superando incluso a Alemania en términos absolutos. En total, la población española ha crecido en más de un millón de habitantes, alcanzando los 48,6 millones. Este crecimiento se ha debido en gran medida a la inmigración, ya que el saldo migratorio positivo ha sido de 639.100 personas, contrarrestando la pérdida natural de 114.000 habitantes en el mismo periodo.

El impacto de España en la demografía de la UE es igualmente significativo. De los 1,6 millones de personas que han aumentado la población total de la UE en el último año, España ha contribuido con uno de cada tres nuevos habitantes. Esta proporción destaca la relevancia de la inmigración en España como un factor clave para el crecimiento poblacional del continente.

Los inmigrantes que han llegado a España en el último año provienen de diversas nacionalidades, siendo las principales la colombiana (158.000 llegadas), marroquí (95.000 llegadas) y venezolana (82.000 llegadas). Además, se ha registrado un notable número de llegadas de personas con nacionalidad española (81.000), lo que sugiere la presencia de doble nacionalidad en muchos casos.

La inmigración ha llevado a que el 17% de la población en España sea de origen extranjero, un porcentaje considerablemente superior al promedio de la UE, que es del 13%. Esta alta proporción se refleja de manera particular en ciertos municipios de las provincias de Guadalajara, Segovia, Alicante, Almería y Málaga, donde los extranjeros representan más del 60% de la población.

El aumento de la población también ha tenido repercusiones positivas en el mercado laboral. En el último año, la población activa en España ha crecido en 528.000 personas, siendo este incremento principalmente compuesto por individuos con nacionalidad extranjera o doble nacionalidad. Este fenómeno no solo refuerza la fuerza laboral del país, sino que también contribuye al dinamismo económico y a la diversidad cultural.